--¿La agilidad de la justicia extremeña es una realidad o solo una estadística más?

--Es una realidad. Es cierto que los órganos judiciales de Extremadura, en los que no solo se incluyen jueces y fiscales, sino también secretarios, funcionarios..., son los que mayor rapidez de respuesta tienen. Todo es, no obstante, matizable, pues mientras que la respuesta en la jurisdicción penal y laboral es muy rápida, quizás en la civil y la contencioso-administrativo no lo es tanto. Pero en términos generales creo que las estadísticas se atienen bastante a la realidad.

--Y en esa gran agilidad, ¿qué papel juegan los fiscales?

--Paralelo al de los jueces, pues estos no podrían resolver los asuntos y dictar las sentencias con la necesaria rapidez si los fiscales no actuasen también con la suficiente rapidez como para que ese promedio de eficacia se mantuviese. La labor es común en la medida en que la actuación de los fiscales y de los jueces está coordinada siempre.

--O sea, que no puede valorarse a jueces y fiscales por separado.

--Así es. Pero no solo a jueces y fiscales, sino a todo el personal de la Administración de Justicia, pues si no actuan coordinadamente, la falta de eficacia de unos puede generar también la falta de eficacia de todos los demás.

--No obstante, la Justicia, como todo, es mejorable. ¿Cuál sería en su opinión la situación ideal de la justicia extremeña?

--Aquella en la que la justicia no se demorase en ninguno de los asuntos más de lo deseable, pues realmente aún hay asuntos que se demoran por cuestiones tales como no disponer de los peritos que se necesitan para determinadas materias, porque las partes demoran los trámites interponiendo recursos innecesarios...

--En definitiva, que pese a las positivas estadísticas no debe bajarse la guardia, ¿no?

--No se debe ni se puede bajar, pues las cifras globales no significan nada para el ciudadano. Para el ciudadano lo que importa es su pleito, lo que a él le tiene que resolver la Administración de Justicia, y si por cualquier circunstancia su pleito se retrasa, le causara sorpresa e indignación oir que la justicia en Extremadura es rápida. Y es que las cifras tienen el problema de la frialdad, de que no personalizan, y por ello, en el momento en que haya un solo ciudadano en Extremadura que tenga la sensación de no recibir una justicia rápida y eficaz, querrá decir que nuestra justicia es mejorable.

--En cuanto a la Fiscalía, parece que la cifra de fiscales en Extremadura supera la media nacional, pero usted mantiene que se necesitan más...

--Es que hay que tener en cuenta las importantes distancias geográficas de las provincias de Cáceres y Badajoz, que exigen que el despliegue territorial del Ministerio Fiscal llegue más lejos, esté más distribuido y más disperso. O sea, que no se trata tanto del número sino de la distribución territorial, pues mientras que sí hay juzgados en todos los partidos judiciales, no hay fiscales en todos ellos.