Las arcas autonómicas pierden ingresos a marchas forzadas como consecuencia de la crisis inmobiliaria. Esta evolución se tradujo en el primer trimestre de este año en una recaudación por tributos cedidos 2.300 millones inferior que en el mismo periodo del 2007. Lo cierto es que ninguna comunidad escapa ya a los efectos del parón del ladrillo, a diferencia de lo ocurrido el año pasado; y, en conjunto, recaudan alrededor de la mitad que hace un año a través de los tributos relacionados con la actividad inmobiliaria --transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados (ITP y AJD)--, según los datos recopilados por este diario.

Los gravámenes que se aplican sobre las operaciones de compraventa de segunda mano (ITP) y las escrituras (AJD) sumaron unos 2.500 millones hasta marzo, frente a los más de 4.500 millones del primer trimestre del 2007. El retroceso en lo que va de año, en torno al 42%, cuadruplica el alcanzado en todo el año pasado, cuando se notó el primer impacto del parón de la vivienda. Cataluña y Madrid, las dos únicas comunidades que facilitan datos hasta mayo, confirman que la tendencia no mejora en los cinco primeros meses y acumulan descensos de recaudación por estos tributos del 48% y del 41%.

Por todo ello, la cifra global ingresada por las autonomías en concepto de tributos cedidos --que también incluyen además del ITP y AJD los gravámenes de patrimonio (que desaparece), los que gravan las herencias y las tasas del juego--, a duras penas superó los 3.600 millones, casi el 40% menos que en el primer trimestre del 2007.

AL NIVEL DEL 2003 De seguir el ritmo de caída hasta final de año, las arcas autonómicas sufrirán un mordisco de 8.000 millones y la recaudación por tributos inmobiliarios bajará hasta el nivel del 2003, unos 10.000 millones.

Esta evolución negativa de los gravámenes sobre la vivienda, que condicionará la negociación del nuevo modelo de financiación, afecta a todos los territorios. Las caídas oscilan entre el 22% y 23% (La Rioja y Extremadura) y más del 60%. Cantabria, Murcia y Cataluña, con caídas del 62%, el 52% y el 48%, respectivamente, encabezaron las pérdidas de recaudación por estos tributos ligados a la actividad residencial.

Pero también otras comunidades con gran peso como Andalucía y Aragón, con desplomes del 46% y el 45%; Galicia, con el 40% o Madrid, con el 41%, registraron fuertes caídas. En cotas por encima del 30% se situaron Asturias, Baleares, Canarias, y las dos Castillas.

Los datos más recientes incluso pronuncian esta tendencia, como es el caso de Madrid, que registró una caída del 41% hasta mayo, pero que casi llega al 50% en el segmento de transmisiones patrimoniales y supera el 32% en AJD. En Cataluña, el desplome acumulado hasta mayo se sitúa en el 48%, hasta 808 millones. Entre estas dos autonomías han ingresado unos 1.600 millones menos que el año pasado durante los cinco primeros meses del ejercicio por estos tributos. Tanto Madrid como Cataluña previeron en los presupuestos de este año caídas de ingresos por estos tributos de alrededor del 30% y el 14%, respectivamente, pero los hechos superan las previsiones.