La picaresca con el dinero de plástico está al día y los ´vacíos´ que pueden existir en el control posibilita un negocio más que rentable para algunos. Sin embargo, las operaciones fraudulentas con tarjetas de crédito supusieron sólo el 0,01% de las ventas cobradas en España con este medio de pago, según los datos estadísticos de Visa España. Para las asociaciones de consumidores, los niveles de fraude con tarjeta son muchos mayores a tenor de las tarjetas falsas decomisadas por la policía. Calculan que éstas superan los 45 millones de euros (7.400 millones de pesetas)

Según el informe de Visa, más de una tercera parte de los pagos fraudulentos se concentran en gasolineras, autopistas y párkings, --muy por encima de las joyerías, relojerías y tiendas de electrodomésticos--, donde no es habitual la identificación del titular ni la comprobación de saldo. Las autopistas catalanas han sido uno de los epicentros de las operaciones de estafa realizada con tarjetas de crédito. (Ver infografía).

UN GOLPE DE SUERTE

Un entramado descubierto de la forma más inusual por el trabajador de una tienda de electrodomésticos. Cuando pasó la tarjeta por el datáfono para cobrar, un mensaje en inglés --not refound -- le advirtió de que no había saldo disponible. Pero el vendedor no entendió por qué, si el cliente se apellidaba Fernández, el visor del aparato daba el mensaje en inglés como si su titular fuera extranjero. A no ser que fuera falsa.

Gracias a la perspicacia de este empleado de una tienda de electrodomésticos de Granollers, se destapó la estafa con tarjetas de crédito falsificadas que tenía su epicentro en las barreras manuales de tres peajes de la A-7 --Mollet, La Roca y Sant Celoni--, donde dos empleados de ACESA copiaron las bandas magnéticas de unas 60.000 tarjetas de conductores que pagaban en cabinas manuales.

Los agentes descubrieron que los electrodomésticos y videoconsolas que compraban con las tarjetas falsificadas eran revendidos, en metálico, a precios inferiores a los del mercado.

Pero el negocio de la estafa da para ideas de todo tipo y de estas tampoco se salva internet. Los cobros indebidos en la Red aumentan a un ritmo del 50% anual. Ante esta situación, la Comisión Europea ya ha alertado del crecimiento de pagos de poca cuantía en el que se amparan los delincuentes para no despertar sospechas. Sin embargo, desde Caja Extremadura se asegura que tanto la operaciones de pago en internet como con las futuras tarjetas de crédito reducirán considerablemente las posibilidades de estafar a los titulares de las tarjetas.

"En internet se garantiza el pago mediante una serie de códigos que evita que circule por la Red el número de la tarjeta. De igual manera, la futura tarjeta inteligente portará un chip que dificultará las posibilidades de duplicar, como ocurre ahora", señala Evaristo Ramos, del Departamento de Medios de Pago de la caja extremeña.

VIEJAS COSTUMBRES

En los métodos tradicionales, los delincuentes siguen recurriendo al lazo libanés, el smiking , la copia ilícita, el robo del pin, las prácticas hacker o el uso de cámaras en los cajeros, para conseguir el uso fraudulento de la tarjeta de crédito.

El sistema del lazo libanés consiste en la modificación de un cajero para que la tarjeta insertada pueda ser recuperada más tarde por el ladrón, que previamente ha conocido el número secreto que ha tecleado el propietario. Los más modernos recurren al smiking o copia de los datos mediante un lector de bandas magnéticas que se puede comprar en cualquier tienda informática. Una tarea que también está a la mano de los piratas informáticos más hábiles, quienes pueden crear dinero de plástico tras generar los códigos bancarios mediante programas específicos.