TEtl AVE Madrid-Lisboa, pese a las idas y venidas; y, a las, a veces, acusaciones recíprocas e infundadas entre los partidos políticos mayoritarios tanto en España, como en Portugal, no es una cuestión ideológica, es un asunto biestatal, muy importante y estructurante de la ordenación territorial de los primeros 50 años del siglo XXI.

Va a permitir, como acertadamente ahora convienen en considerar las autoridades portuguesas, configurar también un mercado ferroviario ibérico; y facilitar la consolidación de muchos más mercados ibéricos sectoriales, a los que les va a proporcionar medio y fundamento para su habitual funcionamiento, tanto en el transporte de mercancías, como en el de pasajeros. Así creemos que se ha entendido cuando firmaron el acuerdo de estados, en Figueira da Foz; y, asimismo, consideramos que se ha comprendido cuando ese acuerdo ha sido ratificado por el estadista portugués Santana Lopes y nuestro actual presidente de gobierno, Rodríguez Zapatero, en Santiago de Compostela en el 2004.

Por tanto, nos consta que los trabajos no se han detenido, ni se detendrán en ningún momento. Es más, independientemente del resultado de las elecciones de febrero en Portugal, la entrega definitiva de los dos trabajos adjudicados por la AVEP (alta velocidad española y portuguesa) relativos a este trayecto, se producirá en el 2005. Y tanto, la RAVE portuguesa y el Ministerio de Transportes portugués, como el ahora ADIF español y el Ministerio de Fomento de España, tendrán una clarificación técnica completa y suficiente de todos los pormenores ingenieriles y socioeconómicos necesarios para poner en funcionamiento el mejor modelo de alta velocidad para el tránsito muy rápido de mercancías y pasajeros entre Madrid, Lisboa y Sines.

Como Extremadura y Alentejo son territorios intermedios entre Madrid y Lisboa, potencialmente muy favorecidos por este macroproyecto, que se delinea por una línea natural estructurante, deberán aunar fuerzas y esfuerzos sociales, económicos y de representantes políticos, y públicos, para, como hasta ahora, vigilar y exigir los compromisos y objetivos acordados. Desde los tiempos de conexión a su fecha de conclusión (2010), pasando por la idea de que el proyecto sirva para vertebrar Extremadura y Alentejo.

Estamos convencidos de que, tras la conclusión de los trabajos técnicos para la AVEP, así como teniendo en cuenta el talante y la voluntad de diálogo permanente de todos los poderes, sobre todo de los estatales, no sólo se habrán despejado las dudas políticas y técnicas razonables, pero pasajeras. Y, por último, estamos más que convencidos de que, sin pausa, pero sin excesivas prisas, marchamos en el sentido adecuado, aunque de momento, parece que no marchamos aún a la velocidad adecuada. (Será sólo cuestión de contar, al menos, inicialmente, con 100 km realizados, para notar la aceleración hasta 300 km/h ). El resto, será sólo cuestión de llegar a tiempo al 2010.

* Profesor de la Uex