No hay procesión estos días en Extremadura que no cuente con representantes políticos. De hecho, formar parte de los desfiles es una función más de alcaldes y ediles, ya que los ayuntamientos de al menos las grandes ciudades de la región tienen asumido como un deber la representatividad institucional en estos actos, entre lo religioso y lo popular, que concentran a miles de ciudadanos en las calles, e incluso elaboran cuadrantes para organizar las asistencias.

Así, la objeción religiosa argumentada por el alcalde en funciones de Cáceres, Santiago Pavón, teniente de alcalde y concejal de Izquierda Unida, para no acudir a estas manifestaciones es una excepción que se circunscribe a representantes locales de este partido, como es el caso también de los mandatarios de Alcántara o Ribera del Fresno. Alcaldes y concejales, tanto del PSOE como del PP, entienden que procesionar junto a los cofrades va "más allá de las creencias religiosas" personales.

CRITICAS Y DEFENSAS A pesar de ello, la inasistencia de Pavón en representación del ayuntamiento cacereño --en ausencia de Carmen Heras por un asunto familiar, aunque ha anunciado su presencia hoy en el Santo Entierro-- dividió ayer a la corporación municipal. Mientras que desde el PP se criticó la postura del teniente de alcalde, en consonancia con los reproches del presidente cacereño de la Unión de Cofradías, y se consideró que debería tener "consencuencias" políticas, el PSOE la defiendió y la calificó de "coherente".

Los cuatro desfiles procesionales que recorrieron ayer las calles de la ciudad tuvieron, como siempre, representación de la corporación municipal de los dos partidos mayoritarios que, a pesar de sus discrepancias en el caso Pavón , sí coincidieron en valorar la participación en las procesiones como "una de las funciones" de los concejales y, como tal, lo tienen impuesto como un deber entre sus representantes. "Ningún concejal del PSOE se ha negado", explicaron fuentes del Gobierno municipal.

María José Casado, por ejemplo, concejala socialista, asistió ayer a su tercer desfile acompañando los pasos de la Sagrada Cena junto a su compañera de partido Marcelina Elviro. "Nadie te obliga, pero nosotros tenemos que estar con la gente", explicó. Casado respaldó la negativa de Pavón porque, en su opinión, "le ampara la Constitución" y no cree que la decisión de este edil haya "mermado" la representatividad del ayuntamiento.

Elviro, que participó ayer en la Sagrada Cena y el Nazareno, compartió esta opinión. Sostuvo que Pavón es "coherente" con sus posiciones. "Como ayuntamiento --dijo-- debemos estar con la gente", pero, añade, "ya está representado: ¿por qué hay que obligar a alguien que no quiere?".

"Porque Santiago Pavón es hoy el alcalde de todos los cacereños y los representa a todos, no a los dos mil y pico de votantes de IU", valoró el portavoz del PP en el consistorio, Javier Castellano. En su opinión, el ayuntamiento "tiene que estar en estos eventos y hacer un esfuerzo" porque "está ciego" el que no quiere ver que la Semana Santa es algo más que religión. "Me extraña que las continuas salidas de tono de Pavón no tengan ninguna consecuencia", concluyó.

En Badajoz, el equipo de gobierno se organiza para que haya representación institucional en todas las procesiones. Los concejales se ponen de acuerdo y confeccionan un cuadrante en el que se tiene en cuenta, a ser posible, la disponibilidad de cada uno y también sus preferencias.

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