Los equipos electorales del PP y el PSOE aprovecharon ayer la jornada de reflexión para tomar aliento cara al incierto escrutinio de esta noche. Fuentes populares aseguraron que José María Aznar, razonablemente satisfecho de la campaña que ha protagonizado, confía en que el voto oculto del PP --que a su juicio no aflora en los sondeos a causa de la guerra de Irak-- le permita frenar el ascenso del PSOE y la consecuente consolidación de su líder, José Luis Rodríguez Zapatero.

La mayoría de las encuestas publicadas hasta el pasado domingo reflejaron una sensible caída de las perspectivas electorales del PP, que en las municipales de 1999 venció al PSOE por sólo 37.386 papeletas. Sin embargo, paradójicamente ni populares ni socialistas dan crédito a estos sondeos. Para negarles fiabilidad, los responsables tanto del PP como del PSOE alegan que el porcentaje de ciudadanos que se declaran indecisos, en torno al 20%, es excesivo, aunque para explicarlo aportan explicaciones muy dispares.

Pío García Escudero, coordinador de la campaña de Aznar, duda de que, a una semana de la cita con las urnas, dos de cada diez encuestados no hubieran fijado aún el sentido de su voto. "Estamos seguros de que muchos ciudadanos están decididos a votar al PP, como hicieron en anteriores comicios, pero les da apuro confesarlo ante los encuestadores a causa del clima social de los últimos meses", aventura García-Escudero, convencido de que la guerra de Irak y el Prestige repercutirá menos en las urnas que en los sondeos.

Para reforzar su pronóstico, García-Escudero recuerda que el fenómeno del "voto oculto" ya distorsionó las encuestas previas a las elecciones generales del 2000. Aquellos sondeos predecían la victoria de los populares, pero no la mayoría absoluta que acabó obteniendo.

PREVISIONES SOCIALISTAS

José Blanco, secretario general del PSOE y coordinador de la campaña de Rodríguez Zapatero, hace una lectura muy distinta de los estudios sociológicos. Blanco sospecha que algunas empresas demoscópicas han inflado la cifra de indecisos para no comprometerse con un pronóstico que después pudiera ser desmentido por la realidad. Este dirigente socialista augura que el PSOE no sólo ganará al PP en el cómputo general de votos, sino que además lo hará con holgura.