Pese al papel entusiasta de José María Aznar en la coalición contra Sadam Husein, EEUU nunca llegó a requerir la participación militar española en la guerra de Irak. El presidente omitió este hecho en el Congreso el 18 de marzo, cuando anunció --48 horas antes del inicio de las hostilidades-- que sólo enviaría a la zona del conflicto un contingente de apoyo logístico "humanitario", y que su aportación no sería mayor en atención al sentimiento antibélico de la opinión pública.

El ministro de Defensa, Federico Trillo, no pudo ser más claro en su intervención del pasado lunes en el Congreso: "No hubo ningún requerimiento formal o informal de contribución militar (española) por parte de nadie".

Fuentes diplomáticas españolas señalaron ayer que lo único que interesaba de España al presidente de EEUU, George Bush, era el uso de sus bases y su espacio aéreo, así como el "soporte político" de Aznar en la ONU y en la UE. "Bush quería exhibir el aislamiento del frente franco- alemán, y Aznar le vino como anillo al dedo", señalaron las citadas fuentes.