La bacteria que ha provocado los brotes de salmonelosis se encontraba en la salsa con que se untan los pollos asados antes de ser envasados al vacío. No es que la salsa llevara algún producto en mal estado --únicamente se compone de aceite y el jugo que suelta el pollo al asarse--, sino que se contaminó al pasar por una de las tuberías de la factoría que el Grupo Sada tiene en Lominchar (Toledo).

Esa es al menos la versión facilitada la noche del lunes por los portavoces de la empresa. Este origen de la contaminación explicaría que la afección haya tenido casi siempre un carácter leve. La bacteria estaba muy diluida en el producto cuando llegó al consumidor.

Sada pertenece a la multinacional holandesa Nutreco, una de los mayores grupos agroalimentarios del mundo, y cuenta con 10 fábricas en España donde se procesa todo tipo de productos relacionados con el pollo, en diversas preparaciones, a razón de 3,5 millones de bandejas a la semana.

La reacción de la empresa al conocer los primeros casos fue inmediata e incluso elogiada por las organizaciones de consumidores. En poco tiempo logró retirar del mercado buena parte de la partida de productos contaminados y además abrió un teléfono gratuito de atención y reclamaciones, el 900 200 901.

También la Unión de Consumidores de España (UCE) anunció ayer que ha puesto a disposición de los afectados una red de oficinas e infraestructuras para canalizar las denuncias. Esta organización ya ha contactado con el director general de consumo de Castilla-La Mancha y con los directivos de la industria cárnica para establecer de manera conjunta un marco de indemnizaciones para las personas afectados.