La ciudad más grande de Extremadura vive una curiosa situación. Sus responsables municipales no aceptaron la oferta de la organización de acoger la salida de la etapa que termina en Cáceres. Cada ayuntamiento tiene que pagar unos 20.000 euros --poco más de tres millones de pesetas-- y Olivenza y Plasencia sí hicieron esa apuesta, pero Badajoz no.

La contradicción llega cuando, pese a ello, la capital pacense se aprovechará de todo lo que supone el desembarco de la ronda. La mayor parte de los equipos está hospedado en distintos hoteles de la capital desde el domingo por la noche, con los beneficios económicos que ello supone.

En Badajoz se notó por la mañana la presencia de ciclistas, montadores, mecánicos, auxiliares y demás desde primera hora, informa Juan Francisco Sánchez. Apenas habían sonado las nueve campanadas que traían los ecos de la plaza de San Juan cuando se podía ver a algunos incondicionales del pelotón rodando suavemente. También repartieron autógrafos a aficionados.