A Bagdad le queda mucho para volver a la normalidad. Siguen los saqueos, aún no hay seguridad ni un poder establecido, falta la electricidad y el agua potable en algunos barrios... Pero la población intenta poco a poco levantar la cabeza. Como símbolo de que las cosas tienden a mejorar, la ayuda humanitaria ya ha empezado a llegar.

Una de las primeras ONG ha sido la sección española de Médicos del Mundo, que ha logrado enviar a Bagdad una furgoneta con un equipo de intervención quirúrgica formado por los cirujanos ortopédicos Ricardo Angora y Fernando Fonseca y el anestesista Juan Moyano. El equipo, que ha instalado su base en el hotel Sheraton, junto al hotel Palestina, tiene previsto efectuar su trabajo recorriendo por su cuenta los hospitales y ofreciendo sus servicios.

EQUIPO GRIEGO

Antes que ellos habían llegado Médicos del Mundo de Grecia, que están repartiendo material por los infames hospitales de Bagdad, donde las precarias condiciones hacen que muchas veces se opere sin anestesia. Muchos de los pacientes son ahora jóvenes que han pisado restos de bombas de fragmentación sin explotar. También trabajan en la capital otras ONG, como las italianas Emergency y Mesas de Solidaridad, y la belga Medicina para el Tercer Mundo.

Además, está prevista la llegada inminente desde Jordania de un convoy con 50 camiones con comida y medicamentos pertenecientes al Programa Mundial de Alimentación de la ONU. De hecho, personal de este programa y de Unicef ya es visible estos días por el hotel Palestina.

VUELVE EL TREN

En el sur, la vía férrea entre Basora y el puerto de Um Qasar, la manera más rápida y segura de abastecer la segunda ciudad del país, se reabrió después de que los bombardeos de marzo la inutilizaran. El primer convoy sin carga, escoltado por tropas británicas, cubrió los 50 kilómetros de trayecto sin problemas.

Mientras, los marines de EEUU son relevados por el cuerpo de Infantería, más preparado para la reconstrucción.