Bagdad ha sucumbido al caos y a la total anarquía. Sin ninguna autoridad, sin policía y sin que los soldados invasores lo impidieran, los saqueos y los asaltos se tornaron ayer más virulentos y bandas de desesperados iraquís no respetaron ni los hospitales, llevándose con ello medicinas, camas e instrumental médico, dejando los centros sanitarios en una "situación catastrófica", según definió el Comité Internacional de la Cruz Roja (CIRC).

La organización internacional dio por "prácticamente hundido" el sistema sanitario en Bagdad: muchos hospitales están cerrados por daños y pillajes; los que funcionan lo hacen sin agua, sin luz y apenas carburante y en ausencia de casi todo el personal médico; los enfermos no pueden ser atendidos y se amontonan los cadáveres abandonados.

INCUBADORAS EN LA CALLE

Grupos de jóvenes paseaban entusiastas en ambulancias robadas. Otros arrastraban con orgullo aparatos de aire acondicionado e incluso incubadoras.

En el hospital infantil Sadam, los médicos curaban a sus pacientes con el fusil colgado a la espalda, para disuadir a los saqueadores. Gentes con heridas sangrantes esperaron durante horas la primera cura en las sala de urgencia. Por escenas como ésas y muchas otras, la situación se podía definir de apocalíptica. A falta de electricidad, las llamas procedentes de varios edificios oficiales en llamas, entre ellos el Ministerio de Planificación, iluminaban la noche bagdadí. Y es que sistemáticamente, bandas de saqueadores destruyeron lo que no se pudieron llevar. La prestigiosa Universidad de Bagdad fue literalmente destrozada.

TOTAL PASIVIDAD

Representantes del CIRC y oficiales de los Marines llegaron el jueves a un acuerdo para que los soldados asuman las funciones de policía y se desplieguen en varios distritos de la ciudad para impedir los saqueos. Oficiales de EEUU anunciaron que iban a empezar anoche las patrullas por la capital. También el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, subrayó que la fuerzas estadounidenses "sienten la obligación de contribuir a asegurar la seguridad".

"¿Es ésta vuestra liberación?", gritó a los marines un comerciante que vio como en cuestión de minutos, una turba vaciaba su pequeña ferretería. Los saqueos también han dejado las primeras víctimas, ya que los comerciantes han optado por armarse para defender sus negocios.

También han aparecido grupos de autodefensa. Al caer la noche, bandas de hombres armados empezaron a montar guardia en la zona residencial de Al Mansur.