La incidencia de las bajas psicológicas entre los policías nacionales destinados en la comunidad extremeña sigue un camino muy diferente al que se registra en el caso de la Guardia Civil.

De esta forma, los datos del Ministerio del Interior indican que en el año 2000 se registraron 17 casos en Extremadura, por los 15 del año pasado. Los peores ejercicios en este aspecto fueron el 2001 y el 2002, cuando el volumen de bajas alcanzó las 25.

El año pasado por cada policía nacional que se dio de baja psicológica hubo casi seis guardias civiles que hicieron lo mismo.