El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se jactó de que el sistema bancario español era el más sólido de la comunidad internacional. Lo dijo el pasado 24 de septiembre, ante altos cargos de multinacionales norteamericanas. Ayer se hizo pública una encuesta a 12.297 dirigentes del mundo de los negocios, a cargo del World Economic Forum, que sitúa en el vigésimo puesto a la banca española de una lista de 134 países. El sistema más seguro en la encuesta es el de Canadá, con una nota de 6,8 puntos sobre siete.

La banca española logra una puntuación de 6,5, por su nivel de solidez y solvencia, y queda justo por detrás de Francia y muy por delante de Estados Unidos, Reino Unido y Alemania. La clasificación figura en uno de los apartados del Informe de Competitividad Mundial difundido el miércoles por el World Economic Forum. La encuesta se realizó entre enero y mayo, antes de los peores episodios de la crisis financiera.

En la lista, la nota mínima de un punto está reservada para la banca considerada "insolvente y que puede precisar un rescate gubernamental". El siete, la máxima puntuación, lo obtiene el sistema financiero, "generalmente solvente y con balances sólidos". Los directivos encuestados solo intuían que algo andaba mal en Alemania, Estados Unidos y Reino Unido, porque todavía los situaron en las posiciones 39, 40 y 44. En los tres casos ha sido necesaria la intervención del Estado para rescatar uno o varios de los grandes bancos en las últimas semanas.

DESCONOCIMIENTO El baremo pone en evidencia el escaso conocimiento de la realidad de los sistemas financieros, no solo por los tres casos citados, sino también por el de Bélgica, que los directivos situaron como la séptima banca más segura y solvente del mundo, con una puntuación de 6,6. En los últimos días, el banco belga Fortis quebró y ayer las autoridades de Bélgica, Francia y Luxemburgo tuvieron que volver a intervenir para salvar a la entidad Dexia.

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, aseguró ayer que no hay entidades financieras españolas en situación de riesgo de quiebra o insolvencia como la que sufren las de otros países europeos, y añadió que no cree que ninguna pueda llegar a esa situación. A pesar de ello, recomendó a las entidades que mantengan una gestión adecuada de sus riesgos ante el alza de la morosidad.

En Londres, altos cargos de la banca española aprovecharon su presencia en unas jornadas bancarias organizadas por Merrill Lynch ante dirigentes, consejeros y analistas de 30 empresas del sector bancario y asegurador europeo para destacar su solvencia. El director financiero del Santander, José Antonio Alvarez, destacó que para restablecer la confianza hay que aumentar la transparencia. El consejero delegado del BBVA, José Ignacio Goirigolzarri, aseguró que el banco "está bien cubierto contra cualquier potencial empeoramiento", gracias al colchón del que dispone para hacer frente a la morosidad. Y el consejero delegado del Banco Popular, Roberto Higueras, presumió de liquidez.

Por su parte, el gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, advirtió ayer de que el fondo de 30.000 millones de euros para comprar activos de entidades financieras tiene "riesgo" para los contribuyentes y para el Tesoro, pero recalcó que, "si todo se hace razonablemente", los contribuyentes no deben "pagar nada", puesto que se prestará a los bancos y cajas para recuperarlo después.