A estas alturas, que las cuentas corrientes corren cada vez más empicado para el común de los extremeños choca con la buena salud de la economía extremeña que reflejan los últimos datos de las cajas de ahorro. De puertas para adentro el panorama es distinto y las cuentas no cuadran para llegar a fin de mes en la mayoría de los hogares de la región. Y para salir del atolladero, las cajas de ahorro cada vez ahorran menos y prestan más. Tal es así, que los créditos concedidos por entidades financieras en Extremadura (en mayor medida por las cajas de ahorro) se han disparado el último año, mientras que las cantidades depositadas en las huchas para intentar ahorrar ha crecido en menor medida.

Las cifras del Banco de España son claras en este sentido. Los préstamos alcanzaron los 21.723 millones de euros en el 2007 en la comunidad extremeña (3.200 más que un año antes) y casi 6.000 millones más del dinero que los extremeños depositaron para engordar sus cuentas. Esto supone que respecto al 2006, el último año acabó con casi 3.000 euros más de deuda media por cada extremeño, mientras que el ahorro fue de 1.500 euros más. Sin embargo, la situación es mejor que la que atraviesan la mayoría de los españoles, ya que solo riojanos y cántabros piden menos créditos que los extremeños.

Teniendo en cuenta la deuda a bancos, cajas y cooperativas de crédito y el número de habitantes de la comunidad autónoma, la deuda actual ronda los 19.000 euros de media por habitante, al margen de la adquirida por las administraciones públicas. Pero esa escalada imparable de endeudamiento es más significativa si se compara con los últimos diez años. En ese período, el dinero que los extremeños deben a las entidades financieras se ha multiplicado por cuatro, al pasar de casi 5.700 millones de euros a los 21.723 a 1 de enero pasado (un 281% más).

Por provincias

Ese aumento en loa petición de créditos se hace más patente en la provincia de Badajoz que en la de Cáceres. Los pacenses solicitaron el pasado año 13.240 millones de euros (al margen de los pedidos por las administraciones públicas), frente a los 7.490 de los cacereños. Sin embargo, son quienes también tienen depositado más fondos, 8.311 millones de euros, casi 2.000 más que los cacereños.

Pero, no todo son deudas. El dinero depositado en las entidades de crédito en la región también ha crecido, aunque en menor proporción que los créditos pedidos. Así, las cifras del Banco de España ponen de manifiesto que los depósitos de los ciudadanos y las administraciones públicas ha pasado de 7.335 millones de euros en 1998 a los 15.993 en el año 2007, de los que 14.706 corresponden a ciudadanos.

Todo este maremagnum de cifras se resume en una circunstancia muy clara recogida en la última encuesta sobre presupuestos familiares recogida por el Instituto Nacional de Estadística (INE): más de la mitad de los hogares extremeños llegan a fin de mes con dificultad o mucha dificultad; mientras que apenas el 1,5% afirman no tener ningún problema.

Una razón fundamental a la hora de explicar la escasa capacidad de ahorro de los extremeños es la subida de las hipotecas. Este es el factor que más ha penalizado las cuentas de los hogares en la región, pero no el único. Otra circunstancia que influye en la delicada economía doméstica es la subida experimentada en los últimos meses por los alimentos y los carburantes, entre otros artículos de primera necesidad.

Ello ha provocado que los extremeños hayan perdido, en términos reales, un 10% de poder adquisitivo en dos años; esto es, cada familia dispone de 1.400 euros menos al año.