El año pasado ya causó sorpresa en el Banco de Sangre de Extremadura, pero este año la solidaridad de los extremeños, y de las extremeñas en este caso, ya está más que demostrada. Durante los primeros seis meses del año se han alcanzado las 472 donaciones de sangre de cordón umbilical en los ocho hospitales públicos de la región, colocando a la comunidad por encima de la media nacional, como lo está en la donación de hematíes y plaquetas, estipulada en medio millar de dosis al año. Una criba que evidentemente estará superada al cierre del 2009 y por encima también de las donaciones recogidas el año pasado, el primero desde que en Extremadura se puede realizar este tipo de donación --octubre del 2007--, que alcanzaron las 836, superando el objetivo de las 500 unidades.

Estos datos aportados por el director del Banco de Sangre de Extremadura, José María Brull, "no hacen más que demostrar la generosidad de los extremeños que ya conocíamos". "Calculamos cerrar el año con más de 900 unidades". Unas donaciones que suponen la mejor alternativa al trasplante de médula ósea para tratar enfermedades como la leucemia, ciertos linfomas y otras patologías graves y que el banco extremeño lleva a cabo con el programa interregional Concordia, en el que participan siete comunidades --Cataluña, Aragón, Baleares, Navarra, La Rioja, Cantabria y Extremadura--.

La sangre de cordón es una fuerte apuesta en detrimento del trasplante de médula principalmente por la rapidez con que se puede disponer de esta sangre almacenada en cualquiera de los seis bancos públicos de España u otro país. "En tres, cuatro o cinco días, después de obtener una sangre compatible en el registro, se puede transfundir, mientras que un trasplante tardaría al menos dos meses", señala Brull.

Desde que se vienen realizando donaciones tres cordones procedentes de Extremadura han sido empleados en trasplantes fuera de España, dos de ellos en Francia. Esta sangre que se recoge diariamente en los ocho hospitales, tras el consentimiento materno, pasa una primera criba en Mérida, en el banco de sangre, y antes de 48 horas de la extracción ya está congelada en Barcelona a 180 grados centígrados, donde realizan los exámenes exhaustivos y pasan a formar parte de un registro internacional de células madre dispuestas a ser enviadas a cualquier hospital del mundo que lo requiera. "Somos muy meticulosos con la aceptación de una donación y las unidades que no son válidas se utilizan para investigación".