Esto debe ser un error". Es lo primero que piensan la mayoría de los clientes de una entidad bancaria cuando comprueban que un nuevo apunte con forma de comisión ha aparecido en su libreta de ahorros. Entonces decide acudir a su oficina, donde el empleado de turno le explica amablemente que no es un error, sino un apunte perfectamente legal que siempre había existido, aunque antes no se le cobrara y a partir de ahora sí y que está expuesto en un tablón de anuncios que nunca antes había llamado su atención.

Situaciones como esta son las que ayer denunció la Unión de Consumidores de Extremadura (UCE), que alertó de que las comisiones bancarias se han disparado en los últimos seis años por la repercusión que la crisis está teniendo en el sector. Sobre todo las más comunes y baratas --como retirar efectivo de un cajero automático--, que se han incrementado hasta un 152%, según explica Roberto Serrano, vicepresidente de UCE.

Los servicios más caros --como el mantenimiento de una cuenta corriente-- también han aumentado su precio, aunque en este caso solo un 16%. Así, "tomando como referencia el Indice de Precios al Consumo (IPC) que entre mayo del 2003 y septiembre del 2010 aumentó un 19,8%, cabe destacar que las comisiones financieras más caras han moderado su crecimiento, pero las más económicas se han disparado", señala Serrano.

Tanto es así que en el año 2009, el conjunto de compañías bancarias del país ingresó más de 14.600 millones de euros en comisiones cobradas, frente a los 13.143 millones del 2005. Cifras que suponen que al margen del incremento de los precios en los servicios prestados, los bancos y cajas han ingresado un 11,31% más por estos conceptos en los últimos seis años.

TOTAL LIBERTAD No obstante, el vicepresidente de UCE señala que "no hay nada que reprochar, porque los bancos y cajas de ahorros tienen absoluta libertad para fijar los precios que estimen más oportunos por los servicios que prestan". En este sentido, solo han de hacer caso a dos requisitos: primero, que su cobro corresponda a un servicio prestado --es decir, que sea por un servicio real-- y segundo, que se haga llegar al Banco de España un folleto con las tarifas vigentes y cualquier modificación que se produzca en las mismas. "Pero no para que determine si está o no justificado su cobro, sino para comprobar si está escrito de forma comprensible para el usuario", apostilla Serrano.

Procedimiento que explica las grandes diferencias que existen en el precio de los mismos servicios y que solo entre las principales compañías que operan en la región, se eleva hasta los 22 euros, según los datos proporcionados por UCE.

Esto es precisamente lo que ocurre con la cuota de mantenimiento de las cuentas corrientes extremeñas, que según alertan desde UCE, es una de las tasas que más reclamaciones genera por su calidad de "comisión sorpresa", ya que el cliente generalmente no sabe de su existencia. Mientras Banca Pueyo eleva el coste de este servicio hasta los 40 euros --en otros como Banesto o el Santander asciende a 60 y 47 respectivamente--, en Caja

Almendralejo se sitúa en los 18, y en Caja Rural de Extremadura, en los 24. En un lugar intermedio se sitúan Caja Extremadura o Caja Badajoz, que cobran por este concepto 36 y 30 euros, respectivamente.

Lo mismo ocurre con las comisiones de disposición de efectivo en los cajeros. Los clientes de Caja Rural de Extremadura son los que salen peor parados en este sentido, llegando a pagar hasta seis euros por retirar efectivo en un cajero de la misma red de su entidad. Por el mismo servicio en las mismas condiciones, los usuarios de Caja Extremadura pagan como máximo 1,80 euros y los de Banca Pueyo, 2,40. Por su parte, los clientes de Caja Badajoz y Caja Almendralejo abonan hasta tres. En el caso de las tranferencias a otras entidades, la más cara es Banca Pueyo, que cobra hasta tres euros, frente al 1,50 de Caja Almendralejo.

No obstante, Serrano señala que el estudio se ha basado en las tarifas máximas --las de obligada publicación--, por lo que "si somos buenos clientes, contratamos una cuenta en modalidad de tarifa plana o si reunimos algunos requisitos (como domiciliación de nóminas y recibos o no tener más de una determinada edad), podemos librarnos del pago de las mismas".

RECLAMACIONES Es precisamente la falta de información y transparencia con respecto a las comisiones lo que provoca el mayor porcentaje de consultas y reclamaciones que se generan en el sector financiero. Sin embargo, Serrano afirma que "más de la mitad de los directivos de banca en España temen que sus clientes se marchen buscando mejores tarifas, puesto que la oferta es muy amplia y la competencia dura".

Por ello, desde UCE abogan por "cancelar las cuentas que abrimos por ejemplo, para cobrar una herencia o una subvención y que sabemos que no vamos a utilizar nunca más", puesto que periódicamente el banco cargará la comisión de mantenimiento, con independencia de que se produzcan o no movimientos en la misma. "Si no lo hacemos se genera un gasto que dejará en negativo nuestro saldo, lo que a su vez provocará el cobro de intereses y así sucesivamente, hasta acabar con una deuda que puede alcanzar los 100 euros", dice el técnico.

Por último, y aunque apostilla que los bancos "pueden cobrar lo que quieran", Serrano señala que hace siete años el 75% de las entidades estudiadas ahora por UCE fijaban el precio de mantenimiento de las cuentas corrientes en función del saldo medio. "Sin embargo, esta graduación ha desaparecido en la actualidad, y se nos cobra lo mismo con independencia del dinero que tengamos en la cuenta".

Por ello, desde UCE recomiendan a todos los extremeños que repasen con frecuencia sus extractos, que vigilen que no les cobren comisiones que considere excesivas y si lo hacen, que intenten negociar para que se las anulen. "Si se niegan, cámbiese de banco: no solo existen atractivas ofertas, para nuevos clientes, sino que servirá para que su actual entidad se mueva para evitar su marcha".