CACERES

Cáceres, jueves 27 de marzo, 21.30 horas, Cruz de los Caídos. Se celebra una cacerolada contra la guerra. Los manifestantes se atomizan en grupos dispersos que cortan el tráfico y golpean sartenes. Tres veteranos líderes ugetistas intentan poner orden en aquel desbarajuste acratoide y dan voces: pretenden reagrupar la manifestación, pero nadie les hace caso. De pronto, unos jóvenes, tocados de piercings y envueltos en la bandera gay, hacen un par de gestos y la multitud los sigue. Es la imagen de la noche, la señal de que los tiempos cambian también en la retaguardia extremeña. El liderazgo del movimiento contra la guerra no es de los partidos políticos ni de los sindicatos, sino de las 5.717 organizaciones de 156 países agrupadas en el Foro Social Mundial (FSM).

En Extremadura, es el Foro Alternativo Otro Mundo es Posible el que organiza y lidera la marcha a la base de Talavera, las caceroladas de Cáceres, los apagones de bombillas y los encendidos de velas.

Para la prensa norteamericana, el FSM es la única potencia en el mundo capaz de hacer frente a Estados Unidos porque lidera la opinión pública planetaria. El FSM, encarnación del espíritu de Porto Alegre, no admite en su seno ni a partidos políticos ni a organizaciones violentas como Herri Batasuna y sus satélites. En el pacifismo de la retaguardia extremeña no mandan concejales ni diputados, sino jóvenes barbudos que se envuelven en banderas gay y golpean cacerolas.