Dentro de muy poco tiempo (cuestión de un año y medio, según deseo del Gobierno), la gestión de los aeropuertos de Barajas y el Prat será privada. El golpe de efecto que dio ayer Zapatero incluye un nuevo modelo en el que las dos principales instalaciones aéreas de España, y puede que también otras después de estas si despiertan interés, funcionarán, tras un concurso público, en régimen de concesión. Antes habrá que dar otro paso para ganar en "competitividad", que es lo que según el Gobierno se pretende: se creará la sociedad estatal AENA Aeropuertos S.A., en la que podrá entrar capital privado hasta el 49% y no hasta el 30%, como se anunció en un primer momento. La vía para el ingreso de inversores será bien por venta directa, bien a través de su salida a Bolsa, bien por medio de ambas fórmulas. Según fuentes de Fomento, con esta iniciativa el Estado podría ingresar 9.000 millones de euros. AENA vale 30.000 millones, pero su deuda asciende a 12.000.