Las fuerzas de seguridad actuarán con contundencia para hacer cumplir la Ley de Convivencia y Ocio. Así lo indicó ayer en Cáceres el delegado del Gobierno en Extremadura, Oscar Baselga, quien aseguró que se pondrán "todos los medios necesarios para que esta ley se cumpla", para lo que también pidió la colaboración de los ayuntamientos y fuerzas sociales de todos los municipios de la región "para evitar que se puedan producir altercados de orden público".

En este sentido, y a fin de que la nueva normativa "no se convierta sólo en un hecho represivo", Baselga incidió en la necesidad de contar con la colaboración de ayuntamientos, asociaciones de vecinos, de padres y de jóvenes, "que deben asumir como un hecho positivo el que se les habiliten lugares donde puedan realizar los botellones sin molestar".

Para el delegado del Gobierno, con la ley ya aprobada, el paso inmediato corresponde darlo a los ayuntamientos, que deben determinar si van a autorizar el botellón y, en este caso, fijar donde podrá celebrarse.

VALORACIONES

Respecto a la ley en sí, Baselga la calificó "muy positiva"; y la valoró como "un instrumento muy válido y que era necesario para acabar con un problema que está afectando de forma seria y grave a la convivencia ciudadana, especialmente en los núcleos de población importantes".

No obstante, Oscar Baselga mostró al mismo tiempo su consideración de que debería haber tenido un consenso mucho más amplio del que, en su opinión, ha tenido. "Me hubiera gustado --dijo-- que la Junta de Extremadura hubiera sido más abierta en el diálogo con la oposición, pues creo que una ley tan importante como ésta debe tener un mayor consenso de los grupos parlamentarios en la Asamblea de Extremadura. Y en cualquier caso --añadió-- creo que falta un consenso amplio con los ayuntamientos de las ciudades que sufren el botellón ".

El representante del Gobierno manifestó que no se puede hacer una ley a espaldas de los ayuntamientos, y aseguró que la Junta, una vez más, "ha eludido el asumir responsabilidad, que creo que en esta materia debería haber tenido una mayor negociación y acercamiento hacia ayuntamientos importantes que van a sufrir, entre comillas, las consecuencias de la aplicación de esta ley".

Insistió, para concluir, en la necesidad que ahora existe de ponerse a trabajar de forma seria, tanto con los ayuntamientos como con la Junta, para habilitar lugares donde los jóvenes puedan hacer el botellón y terminar así con las molestias que sufren los vecinos.