Su buen expediente acádemico en la universidad le posibilitó obtener una beca para trabajar en el Instituto Tecnológico Agroalimentario de Extremadura, del Cicytex. Ahí comenzó una carrera investigadora que el año pasado logró estabilizarse en este centro ubicado en Badajoz. Tras 12 años encadenando contratos sujetos a la duración de los diversos proyectos, Belén Velardo, con 39 años, es personal laboral indefinida. Ha participado en diferentes proyectos, todos con productos hortofrutícolas, pero su actividad principal se centra en la línea de investigación de calidad y tecnologías postcosecha. Asegura que es afortunada por poder dedicarse a lo que verdaderamente le gusta mientras reconoce que una gran parte de los científicos españoles se ven obligados a desarrollar su carrera en el extranjero, «o bien tienen que recurrir a otros empleos que nada tienen que ver con la ciencia a cambio de conseguir estabilidad laboral; espero que se lleven a cabo inversiones acordes a la importancia que tiene la ciencia en el progreso de la sociedad». Por su experiencia, considera que hombres y mujeres tienen las mismas oportunidades en este mundo porque el acceso a un puesto estable es a través de pruebas selectivas objetivas y se siente valorada y reconocida, porque además el centro en el que trabaja siempre ha considerado prioritaria su línea de investigación por la importancia del sector hortofrutícola en Extremadura.