El billete de AVE entre Badajoz y Madrid costará en torno a los 50 euros, mientras que de Cáceres a la capital española el precio rondará los 33 euros. Así se desprende de las primeras estimaciones realizadas por una consultora especializada para la Agrupación Europea de Interés Económico Alta Velocidad España-Portugal.

Este informe, publicado por la Red de Alta Velocidad de Portugal (RAVE), concluye que las tarifas aplicables en la línea de AVE Madrid-Lisboa deben oscilar entre los 9 y los 11 céntimos de euro, un coste similar e incluso algo inferior al de otros trazados de alta velocidad ya operativos en España. La consultora señala que los primeros cálculos se hicieron sobre la base de 15 céntimos por kilómetro --lo que elevaría mucho los precios (más de un 25%)--, pero finalmente se ha optado por una horquilla de entre 9 y 11 céntimos que variará en función de la longitud y las características del trayecto y los servicios contratados.

Si se comparan estas tarifas con otros de los recorridos de alta velocidad ya en funcionamiento, el corredor extremeño sale bien parado. Y es que su precio sería similar al de la línea entre Madrid y Toledo (11,06 céntimos por kilómetro) e inferior al del AVE Madrid-Sevilla.

VARIAS TARIFAS En este último caso hay que distinguir, además, en función del tipo de billete y los servicios asociados, que pueden ser de clase turista (14,8 céntimos), preferente (22,3 céntimos) o club (27 céntimos).

Pero los precios del AVE entre Extremadura (con estaciones en Badajoz, Mérida, Cáceres, Plasencia y Navalmoral de la Mata) no están ni mucho menos cerrados.

Aunque se cuenta con los estudios previos de la consultora Epypsa, la decisión última recaerá en el organismo que creen ambos países para gestionar la primera línea de alta velocidad internacional de la Península Ibérica y a lo mejor hay que actualizar los precios (la línea Madrid-Badajoz se prevé que esté operativa en el 2010 y la Badajoz-Lisboa en el 2013).

De momento, la propia consultora ya avisa de la necesidad de desarrollar una política comercial basada en el llamado yield management . Este anglicismo se refiere a la aplicación de un sistema destinado principalmente a conseguir la máxima rentabilidad de un negocio utilizando técnicas de previsión de demanda y distintas tarifas en función de los niveles de ocupación previstos. Es decir, que los enlaces con menos pasajeros serían los más baratos.

Estas distintas tarifas podrían sumarse al amplio paquete de descuentos que ya se contemplan en las líneas de alta velocidad operativas en España, como son para los billetes de ida y vuelta (20%), para niños (40%), para jóvenes (25%), para la tercera edad (del 25% al 40%), para grupos (15%) y para las conexiones aéreas (25%).

Por lo que se refiere a la competitividad del tren de alta velocidad con otros medios de transporte, depende del indicador que se utilice como medida principal. Si es el tiempo, sólo el avión le supera en velocidad, pero hay que añadirle los inconvenientes de tener que estar antes en el aeropuerto, la espera para recoger las maletas y que en Madrid el aeródromo está en las afueras mientras el AVE parará en pleno centro.

En cuanto a los precios, el avión es más caro que el tren de alta velocidad, mientras que salen más baratos los viajes en autobús y en coche (medios que a estas alturas tienen un coste equiparable si viaja una persona sola). En concreto, el AVE cuesta prácticamente el doble que el autobús, aunque tarda menos de la mitad en llegar a Madrid.