El ilusionista asturiano Anthony Blake animó el sorteo de la lotería con un espectacular efecto de adivinación del gordo .

Blake anotó el 16 de diciembre su predicción en un libro. El ejemplar fue guardado en un cofre y asegurado con tres candados. El mago de la mente --así le gusta definirse-- sólo tenía la llave de uno de ellos. El reto fue concebido como un espectáculo de televisión de Antena 3. Ayer, en un rotundo golpe de efecto, se resolvió dos minutos después de que las niñas cantaran el primer premio.

Los tres candados fueron abiertos en directo para que, finalmente, Mar Saura, copresentadora del programa, abriera el libro y leyera la predicción. Efectivamente, allí estaba el 8.103. "Cinco años de preparación". Ese es el tiempo que Blake dijo haber dedicado a la preparación del número de magia de la mente, un género clásico en otros tiempos en los teatros de variedades pero que hoy está en desuso. ¿Lo repetirá? "No, con una vez basta. Me planteé este reto profesional como una provocación. Hoy estoy en una nube tras lograrlo. Pero ahora no tendría sentido repetirlo", explicó ayer Blake.