El cerco se cierne sobre los controladores aéreos. Su actitud ha provocado la indignación no solo de miles de pasajeros afectados sino de sectores como la hostelería o el de las aerolíneas. Todos ellos han reaccionado anunciando denuncias ante los tribunales por las pérdidas millonarias que ha causado el comportamiento de estos trabajadores. En concreto, los usuarios pedirán 10.000 euros por cada viajero afectado.

Y el Gobierno no se queda atrás. El ministro de Fomento, José Blanco, dio a conocer ayer que se ha abierto expediente a 442 controladores que abandonaron el trabajo. Dichos expedientes, que formaliza Aena, ya han sido notificados, según informó el ministro.

El Gobierno insistió ayer en que tendrá mano dura con el colectivo porque la sociedad demanda un castigo ejemplar. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha pedido a su ministro de Fomento que acelere las reformas que sean necesarias en AENA con el objetivo de despojar de una vez por todas a los controladores aéreos de su poder de coacción.

El Ejecutivo quiere que el gestor público de los aeropuertos "deje de ser cautivo" de los técnicos aéreos, según fuentes gubernamentales.

El ministro de Fomento dijo ayer que los controladores han actuado de una forma "irresponsable" y que ello no puede quedar impune. Blanco evaluó la situación provocada por el plante de los técnicos aéreos, que motivó el cierre del espacio aéreo español durante 18 horas y la declaración del estado de alarma.

La aplicación de las sanciones es algo, según Blanco, que está pendiente de la investigación judicial que se lleve a cabo, y añadió que la apertura de un expediente disciplinario puede suponer desde su archivo, hasta el despido definitivo, pasando por una suspensión de empleo y sueldo. Según el titular de Fomento, los expedientes han sido abiertos contra los trabajadores que adujeron enfermedad para no incorporarse a su puesto de trabajo sin que presentaran los justificantes oportunos, así como también a quienes no fueron a trabajar porque defendían que ya habían cumplido las horas que dicta la ley.

Los aeropuertos funcionaban ayer con toda normalidad, y hasta las 12.30 horas, según Blanco, se habían llevado a cabo, desde la tarde del sábado, 1.558 operaciones, que han transportado ya a 162.000 personas.

Por su parte, el portavoz de la USCA (que aglutina al 95% de los técnicos), César Cabo, reconoció ayer que la reacción de sus compañeros ha sido "desmedida" aunque insistió en que vino provocada "por una ley y varios decretos que recortan" los derechos del colectivo, acompañada "de una campaña brutal de desprestigio contra la profesión". Es decir, pese a que el plante no anunciado provocó miles de dramas personales, los controladores siguen enrocados en su mensaje de que ellos son víctimas de los tejemanejes del ministerio de Fomento.