Es poco habitual que en la terminal de Badajoz haya tanta gente al mismo tiempo como la que había ayer, salvo en verano, cuando se programan vuelos extraordinarios. A lo largo de la mañana se juntaron en el aeropuerto pacense los viajeros que tenían que haber salido a las 8.15 con destino a Madrid y los del vuelo a Barcelona de las 11.50. Ninguno de ellos consiguió su propósito.

La protesta de los controladores aéreos provocó que Iberia anulase tres vuelos que tenían que haber salido desde el aeropuerto de Badajoz: uno la tarde del viernes con destino a Barcelona a las 18.50 horas y los dos de ayer a Madrid y a la Ciudad Condal. Entre los tres sumaban unos ochenta perjudicados, a los que habría que añadir los pasajeros que tenían previsto llegar a Badajoz desde Madrid y Barcelona. Las consecuencias en Badajoz fueron indirectas puesto que el aeropuerto pacense es mixto y los controladores, que son militares, no faltaron a su puesto de trabajo, si bien los vuelos se vieron afectados por el cierre del espacio aéreo, según explicó el director del aeropuerto, Antonio García.

María Eugenia Montes se dirigía a Medellín (Colombia) desde Madrid, un vuelo que tenía reservado desde hace meses. Iba a pasar mes y medio de vacaciones en su país pero ayer no sabía qué podría hacer, pues en la ventanilla de Iberia no le cambiaban el billete (que le costó 1.350 euros) y tendría que hacerlo en la agencia de viajes.

Entre los afectados estaba el presidente provincial del PP, Francisco Javier Fragoso, que iba con unos amigos a Madrid, donde finalmente decidió dirigirse en coche. De "caótica" calificó la situació Carlos Izquierdo, que tenía el billete comprado para Palma de Mallorca, donde regresaría enlazando en Madrid tras pasar dos días en Badajoz por asuntos familiares. Estaba desde las siete de la mañana en el aeropuerto y su vuelo se estuvo demorando de hora en hora hasta que se anunció su cancelación pasadas las once. Su opción era regresar mañana.

Manolo (no quiso decir su apellido) tenía programado un viaje de placer a Johanesburgo desde Barcelona con un grupo que recogía en Madrid y la solución que le daban era que se fuese en coche por si su vuelo salía al final de madrugada. "El problema es que nadie te da soluciones, tienen los programas bloqueados y no saben si voy a poder volar o no", se quejaba. Su billete estaba reservado desde abril.

En la cola de facturación estaban las hermanas Laura y Ana Gómez y Daniel Espinosa, de La Zarza, que se dirigían a Barcelona a pasar la semana con unos familiares aprovechando el puente. Se enteraron por la radio de que su vuelo se cancelaba: "Menos mal que no nos hemos ido desde Sevilla, si no, ¿qué haríamos allí?".

El avión de Iberia que llegó la tarde del viernes desde Barcelona permanecía en la pista. La compañía ofreció a los pasajeros la posibilidad de trasladarlos hasta la Ciudad Condal en autobús y 20 eligieron esta opción. Otros 16 prefirieron reservar un billete para el vuelo de ayer, que finalmente se suspendió. Iberia les ofreció viajar esta tarde, a las 20.00 horas, pero debido a la indecisión de los primeros momentos, muchos lo rechazaron y prefirieron que les devolvieran el importe. Sin embargo, la compañía aseguró ayer por la noche a este diario que este vuelo saldrá. Para Madrid no hay hasta mañana.