Varias bodegas de la región están comercializando cava catalán como si fuese de origen extremeño. Tal y como pudo constatar ayer este diario, las estanterías de diferentes establecimientos comerciales ofertan botellas con etiquetas correspondientes a firmas de la comunidad autónoma pero cuyo contenido se ha producido en Cataluña. Es decir, los consumidores pueden estar adquiriendo un producto que no se corresponde con lo que realmente buscan.

A pesar de ello, diferentes fuentes del sector consultadas aclaran que esta estrategia no es ilegal. Las empresas implicadas cumplen con la legislación vigente, ya que detallan en el etiquetado la procedencia real del cava. El problema es que lo hacen de forma disimulada , con letra pequeña e identificando al suministrador con un código, en lugar de realizarlo con el nombre y origen de la empresa.

En lo que sí se incurre, según los productores autorizados, es en un "fraude moral". No solo para los consumidores, sino también para el propio sector autonómico, ya que ven mermadas sus ventas por la presencia de un mayor número de competidores. No obstante, tal y como explican, nunca han denunciado esta situación porque no se comete una ilegalidad y, además, mantienen buenas relaciónes.

Entre las principales empresas que realizan esta práctica están las bodegas Marcelino Díaz, Medina y Ruiz Torres. Sin embargo, en el caso de esta última, por ejemplo, señalan que el producto está elaborado en Extremadura y sólo se traslada a Cataluña para realizar la última fase. "Tenemos participación en una bodega de allí y de esta forma podemos salir al mercado como cava y no simplemente como vino espumoso", explica Pedro Alfonso Moreno, director comercial y de comunicación de esta empresa de Cañamero.

SOLO DE ALMENDRALEJO El cava es un vino espumoso más, con la particularidad de estar amparado por una denominación de origen que permite su comercialización como cava. Por ello su producción está concentrada en 160 municipios españoles, la mayoría de ellos situados en Cataluña. La única localidad extremeña que forma parte de ese grupo es Almendralejo.

"Solo los vinos espumosos producidos en nuestro término municipal pueden ser cava, el resto no", aclara David Díaz, gerente de Inviosa. Pero para ello, además, hay que estar inscrito en el Consejo Regulador del Cava, al que actualmente solo pertenecen tres empresas de la región: Inviosa y Vía de la Plata, que llevan varios años como productores, además de Bodegas Romale, que comenzará a hacerlo a partir de la próxima campaña.

Por ello, las empresas de la región que quieren vender cava y no están sometidos los criterios de producción del consejo regulador tienen que adquirirlo de las empresas autorizadas. "Lo compran sobre todo fuera, especialmente en Cataluña, donde los costes de producción son menores; pero también podrían comprárnoslo a nosotros, con lo que conseguirían tener un producto auténticamente extremeño", advierte David Díaz. Después simplemente tienen que colocar la etiqueta de sus bodegas e identificar al elaborador.

COMO IDENTIFICARLOS La situación fue denunciada ayer por la Cadena Cope y rápidamente se produjeron las reacciones. Desde Vía Plata e Inviosa se recomienda a los consumidores leer detenidamente el etiquetado. En este sentido, en la referencia numérica deben aparecer únicamente las iniciales EX (de Extremadura) o BA (de Badajoz) si el cava ha sido producido en la región. En el caso de que el caldo sea de origen catalán (B si es de Barcelona) o de otra región, el texto debe especificar mediante iniciales en qué provincia se ha producido.

Además, desde Extremadura Unida, su secretario general, Pedro Cañada, declaró ayer que las botellas de cava extremeño que salgan al mercado sólo deberían contener el producido en la región, ya que lo contrario es un "engaño" al consumidor.

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