Cada año aumentan el número de extremeños que se someten a tratamientos de reproducción asistida para conseguir el deseado embarazo. En Extremadura, 1.200 parejas acuden cada año uno de los centros de reproducción asistida de la región para concebir un hijo. Entre el 20% y el 25% de las parejas extremeñas que quieren tener descendencia se ve obligadas ya a recurrir a la ayuda médica. La región dispone de tres centros principales para ello. El del Servicio Extremeño de Salud, en el ámbito público; y, en el privado, el Instituto Extremeño de Reproducción Asistida (IERA), en Badajoz, y la Clínica Norba en Cáceres.

El ginecólogo y director del Instituto de Reproducción Asistida de Extremadura, Ernesto González Carreras, asegura que en "un futuro este porcentaje se verá incrementado por el hecho de que la edad de la maternidad se retrasa cada vez más".

Este especialista hace un balance de las estadísticas en el que indica que "en un 40 % de los casos la causa de la infertilidad está en el hombre y en el otro 40 % en la mujer, mientras que en el 10 % restante está en ambos". El problema, por tanto, "no es siempre de la mujer".

Hay factores que contribuyen a la infertilidad, como es el caso de la edad, el estrés, la contaminación ambiental, el alcohol y el tabaco. Este último influye en la calidad de los espermatozoides y ovocitos. En el caso del hombre, las causas más comunes son alteración en el semen y vasectomía. En el de las mujeres, trastornos de la ovulación, ovario poliquístico, la edad y obstrucción de trompas, entre otras, pueden ser las causas para que el embarazo no salga adelante.

Las mujeres con edades comprendidas entre los 35 y 40 años son las que más acuden a los centros de reproducción asistida, señala Ernesto González. Según el director del centro, tan solo un 5% de mujeres mayores de 45 años se someten al tratamiento. Añade que "en este perfil de mujeres el éxito de embarazo es muy reducido y no aconsejamos el tratamiento".

La endometriosis es otra de las causas de infertilidad en el caso de la mujer. Esta enfermedad consiste en la aparición y crecimiento de tejido endometrial fuera del útero.

Actualmente se pueden seguir diferentes tratamientos para paliar la infertilidad. Algunos de estos son la inseminación artificial, tanto del semen del donante como el del cónyuge; la fecundación in vitro o la inyección intractoplasmática de espermatozoide.

La técnica más extendida es la fecundación in vitro. Es una técnica por la cual la fecundación de los ovocitos por los espermatozoides se realiza fuera del cuerpo de la madre. Los ovocitos pueden ser de la mujer que quiera tener un hijo, o bien, por parte de donantes.

Los donantes de ovocitos tienen que tener edades comprendidas entre los 18 y 35 años. Según uno de los miembros del equipo de la clínica Norba, José De Julián, ellos suelen recurrir a estudiantes por su edad. Aunque debido a la crisis económica "son cada vez más las madres de familia que se acercan a la clínica para donar sus óvulos".

Las donantes deben pasar una serie de análisis físicos y psicológicos. La donación de ovocitos es anónima. La donante desconoce la identidad de la receptora y viceversa. Se puede donar un máximo de 6 veces, en la clínica Norba reducen a 3 las veces que una mujer puede donar sus óvulos. La razón la explica el doctor De Julián: "En nuestra clínica no se dona más de tres veces por el hecho de la descendencia en una ciudad tan pequeña como es Cáceres".

Realizan pruebas a nivel físico como analítica general, careotipo y exploración ginecológica. En el plano psicológico las someten a un test que consta de 500 preguntas en las que se evalúa el entorno, hábitos y personalidad del donante.