Estados Unidos dio ayer por terminado todo intento diplomático para solventar la crisis de Irak al no lograr que el Consejo de Seguridad de la ONU se doblegue a los deseos del presidente George Bush, aprobando una resolución que autorice el ataque contra Sadam Husein. Junto a sus aliados --Gran Bretaña y España-- Washington decidió no presentar a voto el documento para ahorrarse el bochornoso espectáculo de confirmar la oposición de gran parte de la comunidad internacional a sus planes bélicos.

La Casa Blanca anunció que el presidente Bush se dirigiría anoche a los ciudadanos y presentaría un ultimátum a Sadam, dándole una oportunidad final de exiliarse y evitar la guerra.

"SADAM DEBE IRSE"

"El presidente dirá que, para evitar un conflicto militar, Sadam Husein debe abandonar el país", dijo el portavoz, Ari Fleischer. El secretario de Estado, Colin Powell, confirmó que "el tiempo para la diplomacia se ha acabado". Aunque ninguno de los dos clarificó el plazo del ultimátum, anoche se especulaba con 72 horas, suficientes para permitir la salida de diplomáticos y personal extranjero de Irak antes del ataque, puesto que se daba por hecho que el presidente iraquí no se irá.

Powell rechazó las afirmaciones de que la guerra será ilegal, al no contar con el permiso de la ONU. "Creemos que nuestras acciones están apoyadas por el derecho internacional", afirmó, apoyándose en que Washington tiene toda la autoridad que necesita para atacar a Irak según la resolución 1441 y otras anteriores aprobadas tras la derrota de Sadam en la guerra del Golfo.

Por su parte, Fleischer arremetió contra la ONU, asegurando que "la ventana diplomática se ha cerrado como resultado del fracaso de la ONU para lograr el cumplimiento de sus propias resoluciones para el desarme de Sadam". Washington culpó del fracaso de la diplomacia a Francia, por su obstinación en vetar cualquier resolución que autorizase el uso de la fuerza contra Irak.

"El consenso del Consejo no ha sido posible", reconoció en la ONU el embajador británico, Jeremy Greenstock, sin llegar a agotar siquiera el ultimátum de una jornada dado al Consejo por el triunvirato belicista. El diplomático anunció que no se presentará a votación "el proyecto de resolución", pero recalcó que los tres países se reservaban el derecho de dar sus "propios pasos para garantizar el desarme de Irak".

EMBAJADOR ESPAÑOL

Por su parte, el embajador español, Inocencio Arias, dijo "compartir" la declaración de su colega británico y acusó a Sadam de "haber malgastado la última oportunidad" para desarmarse.

"La votación hubiera resultado próxima" a la mayoría moral de nueve votos favorables que pretendía EEUU, según aseguró el embajador estadounidense, John Negroponte, aunque la retirada del proyecto de resolución indica que Washington nunca pasó de tener cuatro votos a su favor. Negroponte cargó las tintas sobre Francia, culpando a su "explícita amenaza de veto" la falta de apoyo a sus tesis belicistas.

Pero el embajador francés, Jean Marc de la Sabli¨re, recalcó que la resolución de Washington no prosperó porque "la mayoría del Consejo se opuso", ya que "no hubiera sido legítimo autorizar la fuerza ahora que las inspecciones están dando resultados".

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, anunció ayer la retirada de Irak de los inspectores del desarme y del personal humanitario de las Naciones Unidas, otra muestra más de que el ataque militar de Estados Unidos contra Sadam Husein es inminente. Se prevé que la salida de los 156 inspectores y personal auxiliar tenga lugar hoy, junto a la de los 99 funcionarios internacionales para labores humanitarias estacionados en el norte.