La Administración de George Bush pasó ayer por alto la voz de los millones de personas que el sábado se echaron a la calle en todo el planeta para detener el belicismo de Washington y, pese a esta oposición y a la mayoritaria del Consejo de Seguridad de la ONU a la guerra inmediata contra Irak, siguió firme en su postura de desarmar a Sadam Husein sin dilación y por la fuerza.

"Continuar hablando de más tiempo (para las inspecciones) básicamente aliviará la presión sobre los iraquís", argumentó la consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice.

"La gente tiene derecho a protestar, puede decir lo que piensa", declaró a la cadena televisiva Fox, tras rechazar que la Casa Blanca sintiera el impacto de las manifestaciones globales. "Nada más lejos de la verdad", recalcó. Ante opiniones contrarias a su postura, la táctica de la Administración de Bush es no responder y limitarse a dar la bienvenida al derecho democrático a la libertad de expresión.

RESOLUCION

No obstante, ayer había indicios en medios diplomáticos de que Washington y Londres están suavizando el texto de la resolución para autorizar la fuerza contra Irak que se proponen presentar esta semana a la ONU, como consecuencia de la presión combinada de los ciudadanos de todo el mundo y la oposición en el Consejo de Seguridad a autorizar ya la guerra, como persigue EEUU.

"Debe reafirmar la 1441, porque creemos que bajo sus términos y los de otras resoluciones más del Consejo tenemos toda la autoridad necesaria para imponer consecuencias serias sobre Irak si fuera necesario", dijo la asesora, que apretó las tuercas a la ONU. "Desafortunadamente, el Consejo está haciendo historia como órgano incapaz de reaccionar", atacó, al advertir a la ONU de que la Casa Blanca no quiere "una resolución que sea una táctica dilatoria" del ataque.

"El Consejo no puede seguir por este camino mucho más tiempo", añadió, y reiteró que la "ventana diplomática" de que dispone la crisis iraquí consiste en "semanas, no meses". Rice urgió al Consejo a mostrar más determinación contra Irak e insistió en que "los tiranos (como Sadam) sólo responden a la dureza".

La Casa Blanca se propone plantear a Irak una serie de condiciones definitivas que deberá cumplir en las próximas dos semanas para demostrar su verdadera disposición al desarme, según afirmó ayer el diario The New York Times .