Las acciones de protesta o solidaridad se han sucedido en las últimas semanas a raíz de la muerte en Madrid (el pasado 11 de noviembre) de Carlos Javier Palomino, un adolescente de 16 años apuñalado por un joven de ultraderecha en el metro de Legazpi. Desde entonces, en cada manifestación se han cruzado las cifras de asistentes, agresores, agredidos, contramanifestantes, detenidos y antidisturbios.

En Cáceres, la concentración convocada por varios colectivos ultraizquierdistas el pasado día 15 en solidaridad con el menor asesinado estuvo a punto de devenir en batalla campal. La intervención policial, que cargó contra los manifestantes, evitó un enfrentamiento entre grupos radicales de distinta ideología en Cánovas. Aún así, no faltaron momentos de tensión por la presencia de cinco miembros de ultraderecha, frente a los 150 manifestantes de signo contrario. Participaron una treintena de agentes y todo terminó en un amago de bronca callejera, con un joven detenido por agredir a un policía, aunque quedó en libertad al día siguiente. Ante la proximidad del 20-N, la policía se mantuvo alerta todo el fin de semana por temor a que las manifestaciones de ultraderecha convocadas en Madrid afectaran a Cáceres.

Comienza en Madrid

En la capital, donde se produjo la muerte del joven adolescente, las manifestaciones de repulsa se han sucedido desde ese mismo día. La más multitudinaria fue la del pasado 16 de noviembre, con unas 2.000 personas en la concentración en la Puerta del Sol ante la vigilancia de varias decenas de agentes de la Policía Nacional. Además, 700 antidisturbios trabajaron para evitar incidentes en las cuatro convocatorias del fin de semana, aunque los problemas llegaron en la posterior manifestación estudiantil por el asesinato del joven, que acabó con un detenido y tres heridos.

22 ´mossos´ heridos

En Barcelona, donde aún coleaba la agresión a una joven inmigrante captada por las cámaras del metro, la manifestación ´skin´ del pasado sábado concluyó con 22 ´mossos´ heridos y siete detenidos tras los enfrentamientos con un millar de jóvenes de de la izquierda radical. Hace dos días, por el contrario, otra manifestación de repulsa al asesinato del adolescente madrileño, y a la que asistieron cientos de jóvenes, acabó sin incidentes. Junto a las de Barcelona y Madrid, las acciones de repulsa contra el asesinato del joven madrileño se han sucedido, al tiempo que se ha indo incrementado la tensión entre radicales de uno y otro lado.