Los empresarios extremeños respaldan plenamente el proceso de industrialización que vive la comunidad autónoma, un avance que achacan principalmente a la mejora de las infraestructuras que se ha registrado en los últimos años y a las previsiones que hay en este mismo sentido a medio plazo.

Sin embargo, desde Cáceres el presidente de la Cámara de Comercio, José Jarones, asegura que "aunque hay que valorarlo positivamente" es evidente que el crecimiento entre las dos provincias extremeñas se está produciendo de forma descompensada. En este sentido, reconoce que le "gustaría que tuviésemos el mismo entusiasmo inversor en la provincia de Cáceres". Además, apunta que si se va a optar en la provincia cacereña por un modelo de conservación más que de desarrollo industrial, eso "se tiene que pagar". Y es que, razona, "la máxima es que el que contamina paga, pero a cambio el que conserva debería cobrar" a través de unos fondos que a su juicio debería establecer la Unión Europea.

LLAMAMIENTO "Hago un llamamiento a los empresarios para que pongamos el mismo entusiasmo en la industrialización de Cáceres", añade, "y si se nos relega al papel de conservadores, que se pague".

Por su parte, Fernando Herrera, presidente de la Cámara de Comercio de Badajoz, destaca que tanto la refinería como la posible instalación de centrales de ciclo combinado "traen consigo un mayor dinamismo económico de Extremadura y permitirán recortar nuestras diferencias".

En su opinión, esta "fuerte inyección" es posible gracias a las autovías, el tren de alta velocidad y la ubicación en Badajoz de la Plataforma Logística del Suroeste Ibérico, entre otras cosas. Cara al futuro a medio y corto plazo su deseo es "que se mantenga este nivel de creación de empleo y sigamos recortando todo tipo de diferencias con la media", para lo que es necesario "el esfuerzo general de todos los agentes sociales".