Miembros del Cuerpo Nacional de Policía han detenido a cinco individuos relacionados con una presunta red de estafa en el sector alimenticio, para lo que utilizaban el nombre, CIF y logotipo de la empresa almendralejense Aceitunera del Guadiana. En la operación han participado agentes de las jefaturas superiores de Extremadura, Galicia y Murcia.

Los implicados realizaron pedidos y compras a tres empresas por un valor conjunto de 107.000 euros, --más de 17 millones de pesetas--, y las facturas se cargaron a cuenta de la aceitunera de Almendralejo. La mercancía nunca llegó a la empresa extremeña, ya que era desviada hasta almacenes frigoríficos que los presuntos autores del delito poseen en la localidad murciana de Beniel. Allí, en unas naves industriales a nombre de la empresa Deltinec, se almacenaban los pedidos hasta que se les daba salida en el mercado negro.

Entre los detenidos se encuentran cinco personas, todos hombres, con edades comprendidas entre los 23 y los 69 años, y naturales de Albacete, Murcia y Brasil. Además, la Policía Nacional ha encontrado en una nave propiedad de uno de los implicados en la trama 86 cajas de queso, 57 de mejillones, 21 de latas de atún, 80 jamones, 18 latas de boquerones, 43 cajas de bacalao en trozos y 30 del mismo pescado pero entero.

Incluso, una vez que los autores de la estafa fueron detenidos, llegó a Almendralejo un camión cargado con 220 jamones procedente de Barcelona, de una nueva empresa víctima del timo. En esta ocasión, y dado que los detenidos estaban en prisión, el camión no fue desviado a Murcia y trasladó el pedido a la aceitunera.

Al iniciar la actividad fraudulenta, los cinco presuntos estafadores alquilaron un piso el pasado mes de junio en la calle José Luis Mesías número 29. En él, instalaron un teléfono, que pronto fue desviado a un móvil, y un fax al objeto de iniciar sus contactos comerciales desde la Ciudad Internacional del Vino.

PRIMERAS FACTURAS

Una vez que el negocio ilícito comenzó a funcionar, Aceitunera del Guadiana comenzó a recibir las primeras facturas de los pedidos que nunca había realizado y que, mucho menos, iba a recibir. La primera en llegar fue una de una empresa de quesos, con sede en la localidad conquense de Alberca de Záncara. El envío suponía un coste de 8.706 euros, que debía pagar la empresa almendralejense.

Después llegaron más encargos, como uno de conservas de pescado de la compañía Iglesias, procedente de Cangas de Morrazo en Pontevedra, y que conllevaba una factura por importe de 38.575 euros.

El última envío previsto era el de la industria de conservas Castiñeira, de Santa Eugenia de Ribeira (A Coruña). El 19 de agosto debía llegar a Aceitunas del Guadiana un camión con latas de atún valoradas en 60.000 euros. Precisamente, fue uno de los empleados de esta compañía quien comprobó que el número de teléfono con el que habían cerrado el trato no correspondía al que se recoge en el sitio web de Aceitunas del Guadiana. Según explicó el inspector jefe de la Comisaría de Almendralejo, Juan Manuel López, "la empresa gallega se pone en contacto con la extremeña y se confirma que no se ha realizado ningún pedido. A partir de ahí, la Policía empieza a trabajar".

Tras ese dato, el camión de Castiñeira salió de Santa Eugenia con un dispositivo policial de seguimiento. El día 18 de agosto, tras varios contactos con los estafadores la carga es desviada a Murcia. En ese momento, justo en la entrega de la carga en las naves de Deltinec, la Policía Nacional procedió a la detención de dos de los cinco implicados. Dos días después, tres de los cabecillas de la operación fueron también detenidos.

En el domicilio de uno de estos presuntos estafadores, ubicado en la calle Calderón de la Barca en la población murciana de Cieza, agentes del Cuerpo Nacional encontraron abundante documentación relacionada con Aceitunera del Guadiana.Además, la Policía encontró informes sobre las compañías que habían sido objeto de la estafa y otras con las que ya se habían mantenido contactos para realizar nuevos pedidos en el futuro, así como, un ordenador y material informático que quedó confiscado.

IDENTIDAD FALSA

Por otro lado, según fuentes policiales, los cinco implicados mantenían una estrecha relación entre ellos. También, se ha hecho público que a la hora de contratar los pedidos fraudulentos, los estafadores utilizaban el apellido de Sandoval para poder preservar la identidad real en la negociación.

Según ha podido saber EL PERIODICO EXTREMADURA, este tipo de estafas son habituales a nivel internacional. Juan Manuel López apuntó que "se trata de un tipo de negocio que se realiza con frecuencia en otros países intercambiando mercancías que luego se desvían y a las que se les da salida en el mercado negro".

El Inspector Jefe de Almendralejo señaló que la operación policial ha sido todo un éxito gracias, en parte, a la colaboración que se ha establecido entre las tres jefaturas superiores implicadas en la investigación. De la extremeña, han participado un agente del Cuerpo Nacional, un Inspector y el propio López, quienes han trabajado intensamente en la coordinación de los datos que ha ido generando la investigación.