El presidente ejecutivo de Caja de Extremadura, Víctor Bravo, anuncia que el consejo de administración decide iniciar un proceso de integración en un Sistema Institucional de Protección (SIP). Para ello, en abril, firmará un acuerdo de confidencialidad para participar en un grupo de trabajo de un conjunto de cajas que pretende colocarse "entre las diez primeras" entidades financieras del país.

Bravo indica que "no hay prisa para realizar la alianza o integración, pero sí interés" e incide que se trabajará en profundizar la figura de SIP para que una vez que se tenga desarrollado éste, se pueda constituir.

También comenta, según Europa Press, que el objetivo de la entidad de crédito resultante de esa integración o alianza, que podría ser "de cuatro, cinco o seis cajas", sería configurar una entidad "líder nacional con cajas que tengan presencia en todo el territorio".

Entre los objetivos de este grupo también figura contar con unos activos de "entre 125.000 y 175.000 millones de euros", además manejaría unos fondos propios de "entre 6.000 y 8.000 millones de euros", y tendría un número de oficinas repartidas entre todo el territorio que rondaría las "2.500 ó 3.000".

El presidente reitera que Caja de Extremadura "mantendría su marca en su zona natural que es Extremadura" y "su independencia" y el solapamiento de oficinas "sería prácticamente insignificante". "No habrá ningún problema",

Cajastur y Cajamurcia

El presidente de Caja de Extremadura no confirma ni desmiente la información de el Periódico Extremadura sobre que Cajastur y Cajamurcia formarían parte de ese grupo, ya que que existe un acuerdo de "confidencialidad", de manera que "no se hará público hasta que se decida".

Además, a ese grupo de trabajo se sumarán otras cajas que "no se conocerán hasta que se firme el acuerdo", aclara Bravo y remarca que el número de entidades participantes "puede variar" y que ahora de lo que se trata es de "iniciar los estudios para la posible integración bajo la figura del SIP".

El grupo "aprovecharía las mejores prácticas de cada caja" y "maximizaría el valor de las cajas regionales", con un "total respeto a sus zonas naturales", aunque se crearía una "zona de expansión", aquella en la que ninguna tenga presencia, con una unidad de negocio del grupo que actuaría bajo un nombre común que todavía no se ha decidido.

Para el responsable de Caja Extremadura, el Sistema Institucional de Protección es "ahora mismo" la "mejor fórmula" para reforzar la solvencia y aumentar la dimensión competitiva de las cajas de manera que se incremente también su capacidad financiera y disminuyan los riesgos. "Además la figura del SIP es compatible con la soberanía y la singularidad de cada caja y es la que menos coste social acarrea".

El modelo de gobierno de las cajas integrantes "también se respetará" y ninguna de las entidades mantendrá una posición de control del grupo ya que las decisiones "se tomarán por mayoría reforzada", según comenta el presidente que aclaró que los clientes de Caja de Extremadura "no notarán nada en cuanto a operatividad", pero "sí tendrán accesos a proyectos más grandes" que se podrán afrontar con la integración.