La mayoría de los regadíos extremeños están en fase de modernización gracias a la financiación del Gobierno y, en menor medida, a la contribución económica de los agricultores y la Junta. Las obras de mejora en los canales de Montijo y Orellana absorben el 39% de la inversión estatal destinada a Extremadura. En concreto, las infraestructuras de estas dos zonas se benefician de unas inversiones de 58 millones de euros, sobre un presupuesto global de 149 millones.

En el caso de Montijo, la actuación consiste en la implantación de sistemas de ahorro de agua, sustituyendo las viejas acequias por tuberías. La medida beneficiará a 1.900 regantes. Para el de Orellana, del que se nutren 5.218 regantes, el objetivo es evitar las fugas de agua, estimadas entre el 30 y el 40% del líquido que circula, ya que la red tiene más de 25 años de antigüedad.

En total, las mejoras en el sistema autonómico de riegos beneficiarán a un total de 141.000 hectáreas.