Los extremeños de 1978 gastaban menos, vivían peor y trabajaban más años que los del 2003. Esas son algunas de las conclusiones que recoge el informe La sociedad española tras 25 años de Constitución , un estudio elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en el que se analizan los cambios producidos durante el último cuarto de siglo.

La renta de los españoles ha crecido y se ha repartido de forma más equitativa entre las regiones. Los extremeños disponen ahora de mayor riqueza y su nivel adquisitivo ha crecido más de un 10% en este último cuarto de siglo. Como ejemplo, en 1980 el producto interior per cápita de la región en cuanto al poder adquisitivo se situaba en un índice 45, frente a la media de los países del Mercado Común (100), mientras que el pasado año ya superaba el índice 54 --la media española en 1980 se situaba en un 71 y ahora alcanza el 84--.

Además, las diferencias de consumo entre las familias ricas y pobres se han reducido a la mitad. En 1978 las unidades familiares con mayor poder adquisitivo gastaban 14,8 veces más que las segundas y ahora el consumo es sólo siete veces mayor.

PENSION Y SALARIO La pensión media, por otra parte, ha crecido una media de dos puntos por encima de la inflación durante estos 25 años, según el INE, que también destaca que el salario mínimo interprofesional ha mantenido su poder adquisitivo en términos reales al crecer de forma similar al IPC.

En estos años Extremadura ha conseguido mejorar su posición frente al estándar europeo debido, principalmente, al notable impulso de los fondos estructurales, aunque el proceso ha sido más lento que el de otras comunidades españolas. Se ha convertido así en la décima región española que ha tenido una mayor convergencia con Europa y ocupa el cuarto puesto entre las comunidades menos desarrolladas.

Los mecanismos de compensación interterritorial y las ayudas comunitarias a las regiones menos favorecidas han conseguido en estos 25 años que exista una mayor equidad entre las comunidades autónomas, según indica el estudio del INE.

Los datos sobre la renta media disponible bruta per cápita de los hogares españoles indican que algunas de las regiones que tenían un mayor nivel en 1978 --Madrid y Cataluña-- han perdido varios puestos durante este cuarto de siglo. De igual forma, otras regiones como Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha han tenido mejoras sustanciales, a pesar de que continúan en los últimos lugares --la comunidad extremeña es la única con un índice actual inferior a 80--.

LAS CAUSAS Este proceso de redistribución de la renta se debe, principalmente, a los impuestos directos progresivos y a la mejora de las prestaciones sociales, según destaca el INE. Poco tiempo después de que se aprobara el texto constitucional entraron en vigor las leyes de impuestos sobre la renta de las personas físicas, de sociedades y de patrimonio, y ya en 1980 las familias dedicaban un 6% de sus ingresos a impuestos directos, cuatro puntos porcentuales menos de lo que destinaban en el 2000.

A pesar de estas mejoras, el INE advierte de que todavía hay que seguir avanzando en la mejora de los mecanismos redistributivos de renta. La entrada de nuevos socios en la UE, con unos índices de renta bajos, puede afectar negativamente a la consecución de fondos europeos para las regiones españolas y ante este riesgo evidente, indica el estudio, deberán establecerse diversas fórmulas de solidaridad interregional para proseguir reduciendo los desequilibrios.

Otra de las cuestiones que destaca el informe elaborado por el INE es el alto precio que ha alcanzado la vivienda durante este periodo y que, sostiene, está pasando factura a la sociedad. Los extremeños más jóvenes están acumulando un notable endeudamiento por culpa de los precios desorbitados. En 1975 sólo ocho de cada cien familias se veían obligadas a solicitar un préstamo hipotecario para costear el precio de su vivienda, una cifra que ya ha crecido en casi 11 puntos. Ahora tienen que hacerlo el 18,6% de las familias.

Además, se ha producido un notable descenso de las familias que viven en alquiler. Hace un cuarto de siglo el 63% de los extremeños eran dueños de su casa, una cifra que actualmente

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