Aquí no importa si hay estrellas Michelín. Los distintivos son lo de menos. Lo único que importa es la opinión, el comentario de alguien. Un ‘anónimo’ marca la diferencia y sienta las bases de Tripadvisor, la plataforma que reina entre los viajeros. En Cáceres, el Atrio, el Parador o el Oquendo encabezan la lista de mejores hoteles y en la provincia pacense hacen lo propio el hotel Casino o el Badajoz Center. Lejos de los lujos que acumulen en el interior, esta clasificación parte exclusivamente de la valoración de los usuarios. Ellos son los que determinan la franja de lo bueno y lo malo y así lo hacen saber a través de los comentarios que hacen públicos con cara y firma. El mínimo detalle puede dividir la línea de la satisfacción y el enfado.

Lo que es cierto es que la plataforma ya parece haber devorado a turistas y comensales que buscan la mesa puesta, pero esta alternativa no parece agradar a todos en la región. Mientras, el sector se divide entre los que la defienden como una herramienta útil para mejorar y detectar errores y los que reniegan de su impacto y critican su credibilidad arguyendo que no es más que otra empresa cuyo fin no es otro que lucrarse. Por su parte, colectivos turísticos como el Clúster de Turismo o la Federación Extremadura de Turismo Rural (Fextur) defienden su repercursión y su «importancia» en la coyuntura actual aunque hacen hincapié y avisan que su sustento son criterios «subjetivos».

«Es muy relevante para la reputación o para la clientela», destaca María Blázquez, responsable de innovación del Clúster de Turismo. «Permite conocer destinos que no son conocidos, que no tienen guías, es un foro en el que tú te orientas por lo que te interesa, hace a los sitios visibles y genera fiabilidad», añade. Victoria Bazaga, de Fextur, coincide en que reconocer «su importancia». «Es una nueva forma, hay que aceptarlo, sirve para hacer criba, para orientar», añade. La percepción que mantiene la asociación es que el usuario «mira cuatro o cinco comentarios» y repara en la puntuación. En cualquier caso, tanto Bazaga como Blázquez insisten en que la plataforma se sustenta en «opiniones» que «no están contrastadas ni validadas». «Es una Q de calidad sin cualificación alguna, en función de cómo te va, así escribes», añade la responsable de Clúster.

Asimilan que el peso de la opinión ya prima sobre los distintivos turísticos y en esa misma línea, aluden a la carrera por «estar el primero» en la red. La necesidad de posicionamiento pasa porque algunas empresas ofrezcan ofertas a clientes cambio de destacar el negocio en la plataforma, un visto bueno a cambio de «un postre o una cerveza». Cualquier alternativa es bien recibida a cambio de un ‘like’.

En ese camino se encuentran empresas grandes con posicionamientos «muy cuidados» y «otras que ni aparecen en el mapa». En este punto, añaden que Extremadura aún tiene que trabajar pero destacan «las oportunidades» que ofrece la región. «La imagen es importante para vender», asume Blázquez.