La tasa de ocupación de la prisión de Badajoz se ha disparado en los últimos años y actualmente ronda el 190%, según un informe elaborado por el sindicato de prisiones Acaip y al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO EXTREMADURA. En el caso de la prisión de Cáceres la situación es algo mejor, con un nivel de ocupación superior al 125%. En total los centros penitenciarios de la región albergan 1.139 internos en 712 celdas, lo que supone una tasa de hacinamiento del 160% y que más de 800 penados comparten celda en contra de lo que marca la ley.

El número de internos en las prisiones extremeñas ha pasado de los 876 reos del año 2000 a los 1.139 que se registraban el pasado 14 de enero. Esto supone un incremento superior al 30%, que, entre otras cosas, ha hecho que actualmente casi todos los presos de Badajoz compartan celda --en algunos casos hay tres en el mismo habitáculo-- pese a que esta práctica está prohibida por la ley general penitenciaria.

Aún así, los datos concretos sobre la situación que atraviesan las prisiones extremeñas varían en gran medida dependiendo de quién los ofrezca. De esta forma, los informes del Ministerio del Interior aseguran que el nivel de ocupación de la cárcel de Badajoz es del 127% y de la de Cáceres del 112%, mientras que el sindicato Acaip lo eleva al 187,5% en la prisión pacense y al 126% en la cacereña.

GRANDES DIFERENCIAS Este abismo en los datos es fácil de explicar. Mientras Acaip únicamente contabiliza las denominadas plazas funcionales (celdas) el ministerio suma las llamadas plazas complementarias. Se trata de aquellas zonas donde teóricamente el interno no va a estar de forma continuada, como es el caso de la enfermería, la zona de aislamiento y las celdas de ingresos y tránsitos.

El fuerte incremento del número de internos es especialmente significativo en el caso de los extranjeros. Los últimos datos disponibles en este sentido, correspondientes al año 2004, revelan que desde el 2000 la población reclusa no española se ha duplicado. Y es que a día de hoy suponen más del 12% del total de los presos alojados en las cárceles extremeñas por el apenas 7% de hace cuatro años.

Pese al hacinamiento y el aumento de reclusos extranjeros --dos circunstancias que en otras cárceles se han asociado con el aumento de la conflictividad--, lo cierto es que no han aumentado los problemas de disciplina en la región. Entre enero y octubre del año pasado se registraron más de 70 incidentes (48 en Badajoz y 24 en Cáceres), la mayoría de los cuales se refieren a agresiones entre los internos (37 casos).

También se produjeron 15 casos en los que los presos amenazaron y coaccionaron a funcionarios, 6 huelgas de hambre y hasta dos agresiones a los trabajadores de las cárceles (ambos en la provincia pacense).

Por lo que se refiere a los casos más graves, en ellos el Ministerio del Interior abre las denominadas "informaciones reservadas" por posibles delitos. Según el propio ministerio los centros penitenciarios extremeños están entre los que registran un menor volumen de incidentes de esta gravedad. Así, entre el 2000 y el 2004 se abrieron 12 expedientes de este tipo, 11 de ellos en la cárcel de Badajoz. Incluyen, entre otros casos, dos fugas, una muerte por sobredosis y una agresión a un funcionario.