El cardenal emérito de Barcelona, Ricard Maria Carles, ha sido el primer purpurado de España que se ha desplazado al Vaticano y ayer por la mañana ya pudo participar en la primera congregación cardenalicia que estableció la fecha del funeral y el lugar de la inhumación de Juan Pablo II. El cardenal de Sevilla, Carlos Amigo, y el de Toledo, Franciso Alvarez, partirán hoy hacia Roma.

El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Ricardo Blázquez, su vicepresidente, Antonio Cañizares, y el secretario general, Juan Antonio Martínez Camino, encabezarán la delegación que se desplazará mañana por la tarde o el jueves a Roma para asistir a las exequias papales.

ENCUENTRO EN LA MONCLOA Según fuentes de la CEE, el viaje de la cúpula episcopal no será posible antes, ya que Blázquez tiene previsto celebrar esta mañana un importante encuentro con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, fijado desde antes de la muerte del Papa y que no ha sido aplazado por ninguna de las dos partes. Además, los obispos tienen celebraciones religiosas en sus respectivas diócesis.

La Conferencia Episcopal Española también comunicó que el funeral por el Papa se celebrará en la tarde del 11 de abril, en la explanada principal de la catedral de la Almudena.

MISA EN MADRID Ayer fue el cardenal riojano, Eduardo Martínez Somalo, el que como camarlengo presidió la procesión que traslado el cuerpo de Juan Pablo II desde los aposentos del Palacio Apostólico hasta la basílica de San Pedro. Somalo también presidió la primera congregación cardenalicia tras la muerte de Karol Wojtyla. Otro cardenal español, Julián Herranz, presidente del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos, reside como Somalo habitualmente en Roma.

El también elector e incluso, según algunos observadores, serio aspirante a suceder a Juan Pablo II, Antonio María Rouco, partirá rumbo a Italia esta tarde. Según fuentes del arzobispado de Madrid, ha retrasado la marcha a Roma ante la demanda de los fieles para que hoy celebre otra eucaristía en la catedral.

Los purpurados eméritos Angel Suquía y Antonio María Javierre, que residen en sus retiros de Galicia y La Rioja, se desplazaron ayer a Madrid y tienen previsto viajar hoy a Roma.

TEMORES Aunque la mayor parte de los cardenales han eludido hacer declaraciones acerca del cónclave, el cardenal de Sevilla no esconde la emotividad e importancia de este momento histórico: "Me tiemblan las piernas ante la elección de un nuevo pontífice".

El cardenal Carles, al llegar a Roma, el pasado domingo por la noche, se mostró "preocupado" por acertar en la elección del papa y dijo que los cardenales tienen una gran responsabilidad para elegir un hombre que "debe dirigir el pueblo de Dios", formado por más de 1.000 millones de personas. Añadió, sin embargo: "Dios nos ayudará a elegir el primer papa del siglo XXI", dijo. Carles descartó, lógicamente, que Juan Pablo II haya dejado escrito el nombre de algún candidato en su testamento.