"Cayó una chispa en el tejado y la casa comenzó a arder. La compramos hace unos años. En ese hueco estaba la madera que ardió y cayó al suelo. Toda la casa estaba a punto de quemarse y si eso sucede, el fuego se hubiera extendido a toda la parte baja de Robledo. Pero los bomberos reaccionaron rápidamente, echaron abajo la puerta y apagaron el incendio.

Robledo llegó a tener hasta tres bares. Hoy no tiene ni bares ni tiendas y la mayor parte de las casas están abandonadas. Me llamo Cecilia Sánchez y antes del incendio tenía cerezos, olivos, castaños y una huerta llena de tomates, cebollas y pimientos. Todo lo he perdido, menos mal que la vieja casa sigue en pie".