Más de 1.100 personas perderían su puesto de trabajo en la región si el Gobierno decide en las próximas semanas no renovar el permiso de explotación de la Central Nuclear de Almaraz. Es una de las conclusiones del estudio realizado por la Universidad de Extremadura (Uex) --y financiado por la propia central-- sobre el sector nuclear español y el impacto económico que esta planta energética tiene en la región.

El estudio fue presentado ayer en Navalmoral por el coordinador del informe, el catedrático de economía Juan Vega Cervera. En el acto estuvo también el director de la instalación, José María Bernaldo de Quirós, así como la mayoría de los alcaldes de la zona de influencia de la central. Según este documento, en cuya elaboración han participado la Universidad de Extremadura y la Universidad Pablo de Olavide, de Sevilla, el cierre de Almaraz afectaría en estos momentos a 1.102 puestos de trabajos directos e indirectos y tendría un impacto económico próximo a los 54 millones de euros sobre las cuentas regionales. En este sentido, cabe recordar que el Ministerio de Industria debe decidir en las próximas semanas si prorroga o no el permiso de explotación de la central de Almaraz, ya que el actual caduca en menos de un mes, el próximo 8 de junio. La dirección de la planta ha solicitado una renovación por 10 años, es decir, hasta 2020 y ya cuenta con el visto bueno del Consejo de Seguridad Nuclear.

Por este motivo, el estudio de la universidad también ha analizado qué impacto tendría el cierre de la planta dentro de una década. Así, de acuerdo con las proyecciones que han realizado, el desmantelamiento de la central afectaría a casi 2.900 puestos de trabajo (entre directos, indirectos e inducidos) en la región y supondría un "shock de 91 millones de euros en la economía extremeña, el equivalente al 1% del PIB autonómico", apuntó el catedrático Juan Vega.

El coordinador del trabajo manifestó que "estas cifras deberían ser tenidas muy en cuenta a efectos de las compensaciones y los ingresos que se planteen ante la clausura de la central". Asimismo, defendió la "independencia" del informe, pese a estar financiado por la propia planta nuclear, y aseguró que "los resultados son prudentes" porque estudios similares en Vandellós y Ascó "hablan de un impacto cuatro veces superior" en términos del PIB. "Somos más prudentes y nuestra metodología más fina", según el académico de la Uex.