Tan sólo dos manifestantes, con una gran pancarta, se apostaron ayer frente al Ayuntamiento de Badajoz para recibir a la ministra de Educación y Cultura, Pilar del Castillo. En previsión de conflictos, había una veintena de policías. Fue dentro cuando el concejal de IU Manuel Sosa intentó hacer llegar a la ministra un escrito con un Guerra no , que interceptó el alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, quien reprochó al concejal que afortunadamente sólo son dos en el grupo, "porque si fueseis dieciséis".

La ministra inauguró en Badajoz el Museo de la Ciudad, a cuyas puertas se colocó una docena de manifestantes. La ministra defendió que "la libertad de expresión debe ser para todos igual", también para el PP.