Desde 1991 se han puesto en marcha en España seis procesos extraordinarios de regularización de inmigrantes para dar una solución a las importantes bolsas de sin papeles que se iban formando en el país, iniciativas de las que se beneficiaron cerca de 600.000 extranjeros.

El que comenzó ayer, y en el que se calcula que podrían participar 800.000 extranjeros, puede considerarse el séptimo proceso extraordinario, aunque en el reglamento de la Ley de Extranjería se denomina proceso de normalización porque sólo podrán acogerse a él quienes presenten un certificado de empadronamiento anterior al 8 de agosto de 2004 y un contrato de trabajo firmado.

Con el Gobierno socialista, entre 1991 y 1992 se puso en marcha una regularización extraordinaria que benefició a 108.321 extranjeros; buscaba facilitar la integración de quienes demostraran "inserción y arraigo" y los requisitos fueron especialmente flexibles para intentar legalizar a la práctica totalidad de los sin papeles .

La siguiente regularización extraordinaria tuvo lugar en 1996, ya con el Gobierno del PP, y tenía como objetivo conceder papeles a quienes hubieran sido titulares alguna vez de un permiso y a sus familiares siempre que hubieran estado en España con anterioridad al 1 de enero de ese año. Obtuvieron papeles 21.294 inmigrantes de los 25.128 que lo solicitaron, según recoge Efe.

El siguiente proceso fue mucho más amplio y se desarrolló en el 2000; solicitaron la regularización 244.327 extranjeros y consiguieron la documentación 163.352. La regularización comenzó en marzo y exigía a los extranjeros haber entrado en España antes del 1 de junio de 1999 y haber contado en algún momento con un permiso o haberlo solicitado. En esa ocasión obtuvieron su documentación 36.013 inmigrantes.

El mismo año se celebró otro proceso peculiar, pues sólo podían acogerse a él los ecuatorianos; el origen fue un acuerdo con las autoridades de Quito tras el accidente en el que perdieron la vida doce ecuatorianos sin papeles en Lorca. Obtuvieron papeles un total de 20.352 personas.

El último proceso extraordinario del PP se desarrolló en el 2001 y fue denominado regularización por arraigo y otorgó papeles a 239.174 inmigrantes de los más de 350.000 que lo solicitaron.

Los extranjeros tenían que demostrar que se encontraban en España desde principios de año y acreditar su arraigo en el país, su incorporación real o potencial al mercado de trabajo, una anterior residencia regular en el país o vínculos familiares con residentes.