Todos los medios de comunicación han anunciado que cubrirán las elecciones y el recuento de votos con gran cautela, después del fiasco electoral vivido en el 2000 en el estado de Florida. Como resumió el veterano periodista Walter Cronkite, la cobertura del 2-N "es una de las tareas más complicadas que hemos tenido en mucho tiempo". Las cadenas han prometido comparar y verificar todos sus resultados una y otra vez durante sus retransmisiones televisivas, que muy bien podrían prolongarse hasta entrado el día 3 de noviembre en función de cómo evolucione la jornada electoral.