El recién elegido alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, con su tercera mayoría absoluta, se mostró ayer satisfecho con el resultado electoral en la ciudad y achacó la pérdida de un concejal, así como de votos en las autonómicas, a que la guerra de Irak se explicó mal y a la campaña que originó, así como cree que ha influido también el desastre del Prestige y el haber dado marcha atrás en la reforma del PER, pues en su opinión, "habría que haber seguido adelante".

Sobre su relación con la Junta, el alcalde dijo que "dependerá de Ibarra; por mí, encantado; pero que alguien le diga que no soy enemigo, sino el alcalde de la ciudad más importante de Extremadura". Se mostró convencido de que "Ibarra forzará una renovación aquí, quitará a alguien del medio y a lo mejor habrá más normalidad", y se alegró de que Javier Corominas perdiera en Navalmoral. Además, rechazó la posibilidad de ser candidato del PP a la Junta y defendió a Carlos Floriano y su proyecto.

Preguntado por la aprobación del plan general urbano y el presupuesto del 2003, manifestó que éste quizás se lleve a pleno a finales de junio o principios de julio, "porque ya está hecho, pero no lo sé, tenemos que tomar posesión y formar equipo de gobierno", según sus palabras.

SIN GRANDES CAMBIOS

También señaló que "no habrá grandes cambios" en la distribución de responsabilidades en su grupo, que "algunos continuarán con sus funciones anteriores y con los proyectos en marcha", y que aún "tengo que cambiar impresiones con ellos. Para nosotros se trata de dar continuidad y es lo mejor que le puede pasar a la ciudad. Además, con lo que está en marcha tendremos hecha la campaña del 2007". Celdrán se mostró especialmente ilusionado con los proyectos de la margen derecha del río y del nuevo Ifeba.

En cuanto a las autonómicas, esperaba Celdrán que el PSOE subiera un diputado, "pero no dos", aunque cree que ello no afectará al presidente del PP, Carlos Floriano, en el partido: "no podía tener más cosas en contra", dijo, así como que el PSOE no lo va a tener fácil con Monago, Tamayo y Floriano en la Asamblea.

REFLEXION DE ORDUÑA

Por otro lado, el socialista Eduardo de Orduña manifestó a sus compañeros la noche electoral sentirse "fracasado" por no obtener la mayoría para gobernar y ayer confirmó a EL PERIODICO que se tomará un tiempo de reflexión para hablar con sus compañeros de lista y con los órganos y responsables del PSOE, sobre cómo abordar el futuro.

Orduña afirmó que planteará "qué es lo mejor para estos cuatro años de oposición; estoy a disposición de mi partido, pero no tomaré decisiones con precipitación ni dejando ausencias, ni descabezamientos. Si la solución pasa por continuar, continúo; si es entregar el testigo, lo entrego, pero no hay nada decidido. Estoy abierto a ese debate y lo que quiero es lo mejor para el partido"

El candidato de IU, Manuel Sosa, dijo que su grupo se reunirá a finales de semana para analizar los resultados electorales, si bien culpó de la bajada de IU a los tránsfugas y a los propios errores, informa EFE.