En los cuatro días de huelga, los más de 25.000 policías y guardias civiles destinados a controlar el paro patronal han escoltado 9.500 camiones, han realizado un centenar de detenciones y han interpuesto 800 denuncias. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró que el Ejecutivo seguirá teniendo "tolerancia cero" con los piquetes, aunque actuen "en tono menor".

"El Gobierno garantizará la libre circulación de aquellos transportistas que quieren trabajar que son la mayoría", aseguró el presidente.

Los transportistas criticaron la presión policial. "No es democrático ni de buen talante" dijo Manuel Núñez, presidente la plataforma que reune a los autónomos.

APENAS INCIDENTES GRAVES En parte por estas actuaciones de las fuerzas de seguridad y porque ayer los transportistas se estaban reorganizando, las carreteras volvieron a la normalidad y apenas hubo incidentes graves.

Ayer se notaban nervios entre los transportistas que se reafirmaron en su decisión de continuar con el paro. Fenadismer, Confedetrans, Antic y la llamada Plataforma para la Defensa del Transporte insisten en que no cederán un ápice en sus reivindicaciones, básicamente la exigencia al Gobierno que establezca mediante una ley una tabla de precios mínimos.

Las patronales que continúan en paro consideraron en sus asambleas insuficientes las 56 medidas fiscales comprometidas por el Ministerio de Fomento con el resto del sector. Fenadismer las cifró en un beneficio de 163 euros por transportista.

Sin embargo, la federación de asociaciones de trabajadores autónomos (ATA) que apoyaba el paro instó ayer a los transportistas a abandonar las movilizaciones para no perjudicar a otros sectores.