Que no han servido para aumentar el número de nacimientos en Extremadura es una obviedad; cada año vienen al mundo menos bebés en la región. Pero lo cierto es que las ayudas directas a la natalidad suponían una alegría para los hogares donde acababa de llegar un retoño (un niño cuesta una media de 6.000 euros durante su primer año de vida). No era una cuantía muy generosa ni mucho menos lo que ofrecía la Junta, además estaba limitada por el nivel de ingresos y el tamaño de la población, pero lo cierto es tras casi tres años en activo, ahora le han dado carpetazo. El Ejecutivo regional considera que el cheque bebé tiene tintes retrógrados y no sirve para frenar la caída demográfica. «Es un paso positivo cerrar la carpeta del fomento de la natalidad vinculado solo a las teorías economicistas; nadie tiene un hijo porque vaya a recibir una ayuda de 400 o 500 euros al mes», manifestaba esta semana la portavoz de la Junta, Isabel Gil Rosiña.

El cheque bebé extremeño (un pago único de 1.400 euros por cada hijo en poblaciones de menos de 3.000 habitantes; 500 euros por el segundo y 1.000 por el tercero y sucesivos en el resto de municipios) lo puso en marcha el Gobierno de Monago con el objetivo de asentar población en las localidades con menos residentes. Tras el anuncio de su eliminación, el impulsor de la medida respondió tajante: «La Junta está quebrada y no tiene ni un duro. Que me digan a mí que una pareja joven que recibe las ayudas a la natalidad en un pueblo pequeño no les viene bien, pero para los socialistas es una ridiculez».

El enfrentamiento político está servido. Pero más allá de este choque de criterios, ¿qué ocurre en otras comunidades?

OTROS EJEMPLOS / Solo hay cuatro donde sí están activas ayudas directas similares a las que se acaban de suspender en Extremadura: Cantabria, Galicia, País Vasco y Cataluña. Aunque la filosofía de las mismas no es tanto (o solo) luchar contra la despoblación, sino apoyar a las familias con menos recursos económicos para afrontar los nuevos gastos.

En Cantabria, en los pueblos de menos de 2.000 habitantes se ofrece un pago de 100 euros al mes por cada hijo hasta que cumplen los tres años.

Sin atender al tamaño de los municipios, existe una subvención por el segundo hijo que oscila entre los 400 y los 900 euros (según la renta familiar), mientras que la cuantía asciende a los 1.000 si es en localidades de menos de 2.000 habitantes.

Por el tercero y sucesivos, hay un ayuda general de 1.500 euros.

Todas las cantidades se incrementan si los menores tienen una discapacidad.

En Galicia las familias que no llegan a los 45.000 euros de renta anual reciben un cheque de 1.200 euros por el primer hijo -se le llama Tarxeta Benvida-, un dinero que solo puede emplear en alimentos infantiles o productos de higiene y farmacia. Para los hogares con menos recursos (el límite está en ingresos inferiores a los 22.000 euros), la Tarxeta Benvida se ha ampliado este 2018 hasta los tres años: la cuantía oscilará entre los 600 euros si es el primer hijo, los 1.200 si es el segundo y los 2.400 si es el tercero o sucesivos.

AMPLIACIÓN / El País Vasco ofrece una ayuda a la natalidad de pago único de entre 400 y 900 euros (según los recursos) por el primer hijo. Y este 2018 va a ampliar las subvenciones para el segundo retoño: esa cuantía de entre 400 y 900 se abonará durante tres años. En el caso del tercero y sucesivos, la ampliación es hasta los seis años.

Y en Cataluña lo que está en vigor es una ayuda de 650 euros por nacimiento, adopción o acogida a familias con pocos recursos.

Además, en otras comunidades autónomas hay medidas como medicamentos gratis para todos los niños menores de un año (como en Andalucía) o deducciones de 600 euros en la declaración de la Renta durante tres años por cada hijo nacido o adoptado (como en Madrid).

Desde la Consejería de Sanidad y Políticas Sociales de la Junta explican que en Extremadura también funcionan otras ayudas, como deducciones autonómicas y subvenciones por parto múltiple (ambas también existen a nivel nacional); o por acogimiento de menores, gastos de guardería para menores de 4 años o para material escolar.

GRATIS HASTA LOS 3 AÑOS / Además, la próxima apuesta es la educación gratuita entre 0 y 3 años. «Y la creación de empleo, ya que el principal problema de los jóvenes para construir un proyecto de vida es no contar con un trabajo».

La realidad es que la caída demográfica es uno de los principales retos que tiene por delante la región. Un descenso alimentado sobre todo por el éxodo juvenil a otras comunidades o países en busca de un hueco en el mercado laboral que aquí no encuentran; por lo que aquellos que están en edad de formar una familia se marchan.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) hablan por sí solos. En Extremadura hay casi 27.000 jóvenes de entre 25 y 34 años menos que hace una década. Y nacen casi 2.700 bebés menos que hace diez años. Un difícil contexto que va más allá de la eliminación o no del cheque bebé.