Las relaciones comerciales bilaterales entre Extremadura y China, pese a no ser muy importantes, cada día gozan de más fluidez (el saldo comercial en el 2005 refleja que mientras que Extremadura exporta 464.000 euros, importa de China productos por valor de 7,3 millones de euros). Unos datos negativos en la balanza comercial que se pretenden equilibrar con el trabajo de la Oficina de Extremadura en Pekín, desde la cual, además, se presta especial atención al incremento del volumen de exportaciones de piedra natural china. Un avance que está repercutiendo gravemente en el sector de la piedra extremeña ubicada principalmente en la zona de Quintana de La Serena.

Desarrollo vertiginoso

Mientras que la mayor parte de las piedras (la mayoría en forma de losas para plazas y edificios) que se comercializaban en Europa antes tenían su DNI extremeño, desde hace cinco años, las que llegan a estos mismos países con pasaporte chino son ahora las que más se colocan. Ya no salen de Quintana ni de Villar del Rey ni de Burguillos del Cerro, ahora, y a pesar de la distancia entre el punto de partida y el de llegada, vienen de Shandong, Fujian, Sichuan y Guangdong, las cuatro provincias chinas de donde salen más de nueve millones de toneladas por un valor de 1.676 millones de dólares estadounidenses.

Un incremento considerable que está ligado, por un lado, a la mayor demanda interna (las estimaciones de la administración china hablan de que en 10 años la construcción será el sector más importante de su economía) y, por otro, a las facilidades de vender su producto en el mercado internacional debido a los bajos precios de un producto que cuenta con la ventaja de pagar salarios de hasta 15 veces menos que la media europea.