El presidente francés Jacques Chirac se alegró ayer de "la caída de la dictadura de Sadam Husein" y deseó "un fin rápido y efectivo de los combates". En un comunicado, la Presidencia de la República francesa subrayaba la necesidad de hacer llegar a Irak rápidamente ayuda humanitaria y de "crear las condiciones que devuelvan al pueblo iraquí su dignidad y su libertad".

El presidente francés, que la noche del miércoles habló por teléfono con el primer ministro británico, Tony Blair, para seguir discutiendo "el papel futuro de la ONU en la posguerra", insiste en su comunicado en la necesidad de que la ONU juegue "un papel central" en la reconstrucción política, administrativa y económica de Irak". Más allá, precisa, "del papel vital esencialmente humanitario que contemplan británicos y americanos".

REUNION EN RUSIA

La participación de Chirac hoy en San Petersburgo en la cumbre de los dirigentes del campo de la paz apenas disimula el malestar de París. Francia está en una situación difícil para negociar. Sus dirigentes se disponen a librar una nueva batalla diplomática aunque, hasta ahora, Chirac no ha podido hablar con su homólogo de EEUU, George Bush.

El primer ministro Jean Pierre Raffarin abogó por una resolución en la ONU sobre el "futuro" de Irak.