Entre aplausos por Extremadura. Así partía desde Mérida, a las 6.10 horas, el tren con destino Madrid fletado por el Gobierno regional para periodistas, políticos, agentes sociales y ciudadanos. Minutos antes de la salida, el ambiente festivo de quienes esperaban en la estación emeritense se fundía con el carácter reivindicativo de la marcha. Y es que, la sensación de estar a unas horas de vivir un acontecimiento histórico para la región estaba más que presente.

Seis vagones conformaban el convoy habilitado para el viaje, cuatro de ellos destinados a los más de 200 pasajeros que iban a la capital para pedir infraestructuras ferroviarias dignas para la región. Se subieron al tren representantes de los partidos y colectivos firmantes del Pacto Social y Político por el Ferrocarril en Extremadura. De los grupos políticos de la Asamblea extremeña, se apuntaron al viaje Valentín García (PSOE), José Antonio Monago (PP), Álvaro Jaén (Podemos) y Victoria Domínguez (Ciudadanos). Entre los agentes sociales se encontraban Encarna Chacón (CCOO), Patrocinio Sánchez (UGT) y Javier Peinado (Creex). De los integrantes del Consejo de Gobierno acudieron todos a excepción del consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, que tenía un acto programado en Badajoz.

La plataforma ciudadana Milana Bonita, universitarios y ciudadanos anónimos también se subieron al tren por un tren digno. Ya en la provincia de Toledo, sorprendió que se uniera al trayecto la consejera de Fomento de Castilla-La Mancha, Agustina García Élez, junto con representantes políticos y sindicatos de la comunidad vecina,

Apenas una hora después de iniciar la marcha, el presidente del Gobierno extremeño, Guillermo Fernández Vara, visitó el vagón donde estaban sentados los periodistas para ofrecer unas perrunillas de Campanario. No fue el único representante de la Junta de Extremadura que hizo acopio de provisiones para el viaje, ya que otros integrantes del Consejo de Gobierno se encargaron de llevar un termo con el café, sandwiches, incluso zumos de naranja.

A la llegada a Madrid, que tuvo lugar a las 11.28 horas, un nutrido grupo de extremeños vitorearon a gritos de ‘viva Extremadura’ la bajada del tren de quienes habían tenido la paciencia de viajar desde Mérida. En este punto, cabe destacar que también se congregaron un buen número de periodistas para inmortalizar el momento. Estaba claro que la cita había calado hondo en la opinión pública creando una alta expectación mediática. Superado este trámite, se iniciaba un recorrido a pie desde la estación de Atocha por el centro de la capital hasta llegar a la plaza de España, donde hacía más de una hora que había comenzado el acto reivindicativo.

«Es indignante que el tren que tenemos se quede parado en las vías y no pueda llegar a su destino como debe», se quejaba María Eva durante la marcha, una extremeña de Madrigal de la Vera que lleva años en Madrid y forma parte de la Casa de Extremadura en Leganés (colectivo que abrió la manifestación).

En un día tan reivindicativo como el que se vivió ayer, marcado por las intensas protestas de los extremeños que día tras días sufren retrasos en los trenes que circulan por la región, la puntualidad del servicio volvió a brillar por su ausencia. El tren que salió de Mérida se presentó en Madrid con 21 minutos de retraso sobre el horario que estaba previsto. La realidad de la situación que padece el tren extremeño, una vez más, se materializó en una jornada que busca cambiar las cosas.