Los cines extremeños lograron en el 2004 empezar a remontar el vuelo y aumentar las cifras tanto de recaudación como de espectadores tras la crisis que habían registrado en el 2002 y en el 2003, dos años de fuerte caída en los que habían perdido más de 350.000 usuarios.

El último informe anual elaborado por la Sociedad General de Autores (Sgae) detalla que el año pasado las salas de cine vendieron en la región 1,93 millones de entradas y recaudaron 7,94 millones de euros. Esto supone que el sector ha logrado romper la tendencia negativa que arrastraba en Extremadura los dos ejercicios anteriores. Y es que entre el 2001 y el 2003, en sólo dos años, la pérdida de público alcanzó el 15% debido, según los expertos, a la menor calidad de las películas que se estrenan, el auge de la piratería --especialmente a través de las redes gratuitas de intercambio de archivos de internet-- y la sensible mejora de las tecnologías caseras con la generalización del uso del DVD en los hogares. Pese a todo, el aumento del precio de las entradas hizo que el negocio del sector no llegase a resentirse en un momento en el que la asistencia al cine aumentaba de forma generalizada en España.

BALANCE ANUAL Sin embargo, el año pasado los 33 cines que hay en la comunidad autónoma --con 88 pantallas-- vendieron 38.188 entradas más y facturaron 400.000 euros más que en el 2003 a pesar de que, según el informe de la Sgae, se produjo el cierre de una sala que disponía de cinco pantallas.

Con todo, parece que el volumen de negocio de este sector en Extremadura no depende tanto de la oferta de las empresas como de otros factores. Sólo así se explica que pese a que en la región hay menos pantallas de cine por habitante de las que registra la media nacional y éstas, además, llevan a cabo menos sesiones diarias, la asistencia continúa siendo muy baja si se compara con la del resto del país. Es decir, que en Extremadura hay mucha menos oferta pero aún así la demanda no es suficiente para cubrirla por completo.

De hecho, cada vez que hay una película en una sala extremeña la ven, de media, 26 espectadores, tres por debajo de la media, aunque esta es una cifra muy relativa teniendo en cuenta que, al menos en Extremadura, la asistencia al cine se concentra de forma muy especial en los fines de semana y los miércoles, día del espectador en la mayoría de las salas.

Tampoco parece que la cuestión radique en los precios, puesto que los cines extremeños son los más baratos del país, con un coste medio de 4,1 euros por entradas, 10 céntimos más que el año anterior y 70 céntimos por debajo de la media nacional (4,8 euros). Actualmente cada extremeño acude al cine, de media, 1,8 veces año y se gasta 7,4 euros, una tasa que sólo supera a la que registra la Ciudad Autónoma de Melilla y que se sitúa muy lejos de las 3,3 entradas y 16 euros por habitante y año que consumen los españoles.

La diferencia es aún mayor si los datos extremeños se comparan con los de regiones como Madrid o Cataluña, donde el gasto per cápita en cine triplica al de los extremeños.