Los escolares emeritenses tuvieron ayer un día de clases "de lo más normal y sin sobresaltos". Al menos, en el Instituto de Educación Secundaria Santa Eulalia y en el colegio público Suárez Somonte, donde los profesores apenas secundaron la huelga por considerar que llega "demasiado tarde y que ya no hay nada que hacer".

El director del Santa Eulalia, en Mérida, Cecilio Muñoz, confirmó a este diario que "tan solo habían faltado a clase 15 docentes de los 108 con los que cuenta el centro, y uno de los 17 trabajadores no docentes". Lo que significa que "aproximadamente el 12% de la plantilla del centro ha secundado la huelga". Con respecto a la asistencia de los alumnos, según Muñoz no hubo incidencias importantes y "tan solo faltó a primera hora un grupo de los mayores que sabía que su profesor no iba a venir". El resto, asegura, han acudido "con normalidad" y en las clases en las que ha sido necesario, se ha puesto a un profesor de guardia.

Muñoz ya sabía que en su centro, "la huelga no iba a tener mucho éxito por el ambiente", ya que, señala, "los profesores están cabreados con los sindicatos por no haber tomado medidas mucho antes".

Lo mismo ha ocurrido en el colegio público Suárez Somonte, también situado en la capital autonómica. Según su directora, María Molina, en este centro de infantil y primaria solo han secundado la huelga dos de los 15 profesores de la plantilla --uno de ellos tutor de la clase del tercer curso-- y una de las dos limpiadoras del colegio, "aproximadamente el 13% de la plantilla".

Molina confirmó que en su colegio, aunque "todos están de acuerdo con las reivindicaciones", no han secundado la huelga porque consideran "que llega tarde y que ya no se podrá evitar que se rebajen los sueldos de los empleados públicos".